17 de septiembre de 2009
La Opinion
WASHINGTON, D.C.— Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron levemente en el pasado mes de agosto debido a que subió el costo de la gasolina, otro indicio de que la economía está controlando la inflación. Mientras que los precios subieron levemente en los últimos 12 meses que concluyeron el 31 de agosto, siguen oscilando en la zona de referencia establecida por la Reserva Federal. Ello significa que el banco central encara escasas presiones para elevar su tasa básica, lo que suele hacer para evitar un despegue de la inflación. La Fed ha reducido la tasa interbancaria nocturna a casi cero para reactivar la economía. El Departamento del Trabajo dijo que el índice de Precios al Consumidor subió en agosto un 0.4% tras permanecer invariable en julio. Los economistas de Wall Street habían pronosticado un aumento del 0.3%, según un sondeo de la firma Thomson Reuters. Con la exclusión de los precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente subió un 0.1%, conforme a lo previsto. En el último año los precios bajaron un 1.5%, dijo el departamento, al bajar marcadamente los precios de la gasolina a niveles récord a que llegaron a mediados de año. La bajada del 1.3% en los precios de los automóviles ocurrida el mes pasado, la más pronunciada en casi 37 años, contuvo el índice subyacente. El programa de subvenciones gubernamentales "Dinero por Autos Viejos", causó ese retroceso. Los precios de la gasolina subieron un 9.1% en agosto y sumaron el 80% del aumento en el índice de precios al consumidor. Empero, los precios de la gasolina son un 30% inferiores a los niveles récord del año pasado, cuando llegaron en las gasolineras a los cuatro dólares por galón. Los consumidores han reducido marcadamente sus gastos frente una de las peores recesiones desde la década de 1930. Ello ha impedido que fabricantes y minoristas encarezcan los precios, lo que ha mantenido la inflación en sus niveles más bajos durante décadas. Empero, exosten indicios de que la economía se recupera y los consumidores quizá estén dispuestos a gastar de nuevo.