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  Por el libro
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16 de septiembre de 2009

La Opinion

Los grandes bancos del país vendieron hipotecas más caras a los hispanos y a los compradores de minorías que a los blancos durante el apogeo del mercado inmobiliario en 2006, según un reporte dado a conocer ayer.

Según Center for American Progress (CAP), la organización que llevó a cabo el estudio, una larga lista de bancos, entre los que se cuentan las instituciones más respetables del sector, exigían hasta el triple en interés anual a su clientela no blanca.

En conjunto, 17.8% de los prestatarios blancos recibieron hipotecas de alto costo, comparado con 30.9% de los hispanos y 41.5% de los afroamericanos.

El estudio recomienda que el gobierno fiscalice las actividades actuales de los prestamistas para garantizar que estos bancos (que reciben fondos del programa de rescate bancario, conocido por las siglas TARP) no ejecuten actualmente transacciones discriminatorias.

Lo que más llama la atención a los investigadores es que aun los compradores de minorías de altos ingresos se vieron forzados a pagar tasas con tasas de interes más altas –en algunos casos hasta el triple—de las ofrecidas por los prestamistas a los compradores blancos. Esto les lleva a pensar que los requisitos y condiciones dictadas por los bancos no respondían necesariamente a la situación financiera o el historial crediticio de sus clientes.

De acuerdo con el reporte, uno de cada siete compradores de casas de minorías con ingresos superiores a los cien mil dolares, recibieron hipotecas con términos más difíciles de cumplir.

El Center for American Progress incluye en su estudio 14 bancos –entre ellos Bank of America, JP Morgan Chase y Wells Fargo, usando información obtenida a través de la ley federal que autoriza la divulgación de información hipotecaria (HMDA).

Jumana Bauwens, portavoz de Bank of America Home Loans, la unidad de prestamos hipotecarios del banco, hizo notar que durante el período que cubre el reporte, esa institución aún no había adquirido Countrywide, la compañía cuyo abuso de las hipotecas chatarra o de alto riesgo (sub-prime) contribuyó como pocas a precipitar la debacle del sector inmobiliario el año pasado.

Bauwens defendió las prácticas prestamistas del Bank of America, y recalcó que este no trabaja con hipotecas chatarra y productos como los préstamos ARM. Afirmó que desde la adquisición de Countrywide, el banco se ha preocupado por que este se ajuste a las normas estrictas de Bank of America en materia de préstamos.

Edna Silva, portavoz corporativa de Wells Fargo, afirmó que toda decisión con respectos a préstamos que hace la institución se toma a partir del riesgo. "La raza no es un factor" en esos cálculos, añadio.

De hecho, dijo, sus costos hipotecarios en 2006 estuvieron por debajo del promedio de toda la banca.

"No es correcto comparar la tarifación de préstamos sin considerar factores como calificación crediticia, deuda acumulada, ratios préstamo-valor, historial de pagos y otros que forman parte de una transacción, y que no están disponibles en las tablas HMDA.

La Asociación Nacional de Banqueros, contactada para esta nota, no se pronunció sobre el estudio antes de la hora de cierre.a