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  Por el libro
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9 de septiembre de 2009

EFE

Nueva York - Un financiero neoyorquino fue detenido y acusado de mantener un esquema fraudulento del tipo Ponzi durante tres décadas, con el que atrajo más de 40 millones de dólares de unos 800 inversores, informó hoy la Fiscalía federal en Brooklyn.

El acusado, Philip Barry, comenzó a finales de la década de los 70 a captar fondos a través de su empresa Leverage Group y aseguraba a los clientes que los invertiría en opciones sobre acciones.

Afirmaba que la inversión era segura, que les supondría una gran rentabilidad y que podrían retirar con facilidad el capital aportado.

En 2006, Barry informó a los inversores que las actividades de inversión de Leverage Group habían generado una rentabilidad anual de entre el 12,55% y el 21% desde 1979.

Las autoridades alegan que Barry en realidad operaba un esquema Ponzi, mediante el que pagaba los intereses prometidos a sus clientes con los nuevos fondos depositados por otros inversores, en lugar de hacerlo con beneficios obtenidos con sus supuestas operaciones.

Añaden que el financiero mintió a sus clientes en cuanto al objetivo de la inversión, pues dejó de invertir en opciones sobre acciones y empezó a adquirir propiedades inmobiliarias en el estado de Nueva York.

Además, engañó a sus clientes sobre la rentabilidad obtenida, así como al asegurar que sus depósitos estaban protegidos por la Corporación para la Protección de los Inversores (SIPC, por sus siglas en inglés), una entidad que ampara a los inversores frente a quiebras de firmas de inversión.

Según la Fiscalía, Barry trataba siempre de disuadir a los inversores que querían retirar su capital o retrasaba los pagos con variadas excusas, y en algunos ocasiones en que finalmente emitió cheques, con frecuencia eran devueltos por insuficiencia de fondos.

La oficina que dirige el fiscal Benton Campbell explicó que, aunque muchos inversores pudieron retirar total o parcialmente sus fondos, numerosos clientes han sufrido notables pérdidas.

La Fiscalía calcula que los balances de las cuentas de los clientes de Leverage Group sumaban más de 45 millones de dólares, una cifra muy superior a los activos que posee esa firma.

En el caso de ser hallado culpable del delito de fraude en transacciones de acciones, Barry podría ser condenado a pasar hasta 20 años en prisión.