10 de agosto de 2009
El Vocero
Aunque Puerto Rico se encuentra entre los primeros cinco lugares en el mundo con el porcentaje mayor de personas de 25 años o más con educación universitaria, las instituciones de educación superior deben aumentar la retención del estudiantado y maximizar el aprovechamiento académico para que la Isla se encamine mejor hacia la sociedad del conocimiento, según el Consejo de Educación Superior de Puerto Rico (CESPR). Un promedio de 38 de cada 100 estudiantes que se matriculan en el sistema universitario público finaliza el bachillerato en un periodo de seis años, mientras que el 30% lo completa en las instituciones privadas, informó el doctor José Lema Moya, presidente del CESPR. Ese organismo gubernamental establece la política pública sobre la educación superior y evalúa a las instituciones universitarias para otorgarles la licencia para brindar servicios educativos. Fue precisamente en la evaluación para el otorgamiento de la licencia, que obtuvieron esos porcentajes. Las estadísticas se basan desde que el estudiante ingresa a la universidad o al colegio hasta que finaliza su bachillerato o se da de baja en un periodo de seis años. Por ejemplo, si ingresa en el 2001, se evalúa hasta el 2007. Componen el sector público el Colegio Universitario de San Juan, el Conservatorio de Música de Puerto Rico, el Instituto Tecnológico de Puerto Rico con sus cuatro recintos y la Universidad de Puerto Rico (UPR) con sus 11 campus. El sector privado incluye a 33 universidades, centros, colegios e institutos de educación superior. El doctor Lema Moya indicó que es preocupante el gran porcentaje de los universitarios que no termina su bachillerato por varias razones que ha estudiado el CESPR. "Para poder otorgar la licencia de operar las instituciones, hacemos evaluaciones y hemos encontrado una serie de deficiencias en las instituciones; por ejemplo, se requiere facultad que no reúne los requisitos para enseñar lo que están enseñando... A veces hay programas defectuosos", sostuvo el Presidente del CESPR. Indicó además, que existen educadores que trabajan a jornada parcial en diferentes instituciones y no pueden dedicar el tiempo necesario para atender las preocupaciones y el rezago académico de sus estudiantes porque deben cumplir con sus otros trabajos. "A veces hay profesores que trabajan en ocho o diez instituciones. No está presente cuando más lo necesita el estudiante. En su tiempo libre, el estudiante tiene unas posibilidades para consultar. Eso es un fenómeno que está ocurriendo muchísimo en las universidades privadas, pero no en todas", dijo el doctor Lema Moya. La deserción universitaria también está vinculada con los requisitos de admisión, puesto que algunas instituciones admiten a jóvenes con deficiencias básicas de lenguaje, de ciencias y de matemáticas y no pueden cumplir con la responsabilidad académica. Estudiantes a tiempo parcial La falta de recursos económicos obliga al estudiante combinar sus estudios con el trabajo para poder subsistir y esta es otra de las razones principales para que se registre un porcentaje alto de bachilleratos incompletos. "Hoy día, el número mayor de estudiantes es a jornada parcial en las universidades y estudian de noche. Entonces, tienen que compartir el trabajo con la universidad; no es como antes que el estudiante se dedicaba a estudiar a tiempo completo", señaló el académico. Asimismo, muchos jóvenes enfrentan problemas familiares o personales que les impide dedicarse a sus estudios. Sin embargo, otros no aprovechan el tiempo designado para las lecciones, se ausentan con frecuencia o no cumplen con las tareas universitarias. "A veces hay dificultad con el cumplimiento del tiempo lectivo. Muchos estudiantes no quieren estudiar los viernes; ya al mediodía se van y entonces lo mismo pasa con el nivel escolar. Si no se cumple cabalmente con el tiempo lectivo, entonces, merman las posibilidades de los estudiantes de llegar a unos niveles de excelencia", puntualizó. Los factores mencionados por el entrevistado han propiciado que vaya en detrimento el aprovechamiento académico de los universitarios. "La única forma de mejorar la calidad es a través de un esfuerzo conjunto entre el Consejo y las instituciones de educación superior", afirmó el doctor Lema Moya. Mucho espacio para mejorar En los últimos cinco años, el CESPR ha estado trabajando en unas estrategias para mejorar la calidad educativa de la Educación Superior de Puerto Rico y una de ellas es la creación de un nuevo reglamento para la evaluación de las universidades públicas y privadas. "La otra estrategia tiene que ver con el establecimiento y desarrollo de proyectos demostrativos. No es solamente decir cuán bien lo están haciendo, sino deben hacer un proyecto colaborativo entre el Consejo y la universidad para demostrar que se puede mejorar la educación. La otra estrategia importante es la creación de una comisión para motivar a las instituciones a llevar a cabo unos programas de excelencia educativa", explicó el entrevistado. "Las instituciones de educación superior tienen un gran reto y "la responsabilidad de cultivar entre sus estudiantes la pasión por aprender, el aprecio a una cultura universal, el valorar la exposición y alcance privilegiado que tienen al conocimiento y el crear 'eternos estudiantes'. La responsabilidad de las universidades con el fortalecimiento de la democracia debe tomar en cuenta el hecho de que crecientemente los jóvenes se están formando en contextos familiares en donde la tendencia es la desconexión con la actividad y las preocupaciones de su comunidad política y social", expone el CESPR en su ‘Guía para el Desarrollo y Fomento de la Educación Superior en Puerto Rico’.