8 de agosto de 2009
La Opinion
Comprar casa en una subasta era altamente inusual en los tiempos del auge inmobiliario. Sin embargo ahora se está convirtiendo en la válvula de escape para los apretados inventarios no solamente de los bancos con propiedades embargadas, sino de los propios constructores que ofrecen viviendas nuevas. "La posibilidad de vender un edificio entero en un solo día es muy atractiva en estos tiempos", comenta Rhett Winchell, presidente de Kennedy Wilson Auction Group en Beverly Hills. Winchell señala que aunque su compañía se dedica desde 1977 a subastar propiedades, la actual situación del mercado ha convertido las subastas en uno de los métodos de transacción más conveniente tanto para los vendedores como los compradores en busca de ofertas. Según la Asociación Nacional de Subastadores (NAA), las subastas de bienes raíces generaron el año pasado 17,100 millones de dólares, lo que se compara con los 16 mil millones de 2006. "Actualmente son la categoría de subastas de mayor crecimiento", dice Chris Longly, portavoz de dicha asociación. El hecho de poder comprar casas nuevas es un incentivo adicionales para potenciales compradores como Marcos Aragón, que lleva meses dándole vueltas a la idea de participar en una subasta. "Las viviendas embargadas me parece que presentan más riesgo de daños ocultos", dice Aragón, quien espera saber en los próximos días cuál es la cantidad máxima de préstamo hipotecario para la que reune los requisitos. La precalificación es generalmente un requisito indispensable para poder hacer una oferta, garantizando que el participante en la subasta tiene la debida capacidad financiera. Winchell, señala que tanto las 35 unidades que su firma subastará el 16 de agosto en el edificio The Dalton, en Pasadena, como las 12 viviendas individuales adosadas en la comunidad Oxnard Garden, en North Hollywood, a subastar el 30 de este mes, están atrayendo mucha atención. "Son viviendas de alto nivel que pueden conseguirse a precios sustancialmente reducidos", dice Winchell, señalando como ejemplo los condominios en Pasadena, cuyo precio de partida será 165 mil dólares, frente a los entre 349 y 779 mil dólares, con que salieron al mercado. En el área de Los ángeles las subastas de unidades nuevas se concentran en condominios y viviendas adosadas o que forman parte de un complejo o comunidad. "Este tipo de unidades resultaban muy atractivas para los constructores en años pasados’, comenta Jack Kyser, economista fundador del Centro Kyser de investigación económica de la Corporación de Desarrollo Económico de Los ángeles (LAEDC), indicando, que sin embargo en áreas como el Inland Empire el exceso de oferta es más acusado en las casas unifamiliares. Durante el primer trimestre de este año, el inventario de unidades nuevas en venta en el condado de Los ángeles ascendía a 2,690 de las cuales 2,250 eran condominios o adosados. "Por eso ahora las subastas son principalmente respecto a este tipo de viviendas", dice Kyser. Auction.com, otra compañía de subastas, liquidó con gran éxito durante el pasado sábado 131 propiedades embargadas por las que los compradores acabaron pagando un total de 13. 5 millones de dólares. La siguiente, subasta, este próximo sábado en el Centro de Convenciones de Los ángeles se plantea igualmente prometedora, anticipándose la presencia de gran número de primeros compradores. Rebecca Gallardo, presidenta de la Asociación de Profesionales Hispanos de Bienes Raíces señala que las subastas pueden ser una buena vía de acceso a la primera vivienda, pero recomienda que además de la inspección física del inmueble, se investiguen las posibles cargas que pueda tener la propiedad. "El propietario debe saber exactamente qué va a obtener si gana la subasta, computando en su oferta cualquier aspecto negativo", dice Gallardo, señalando que el análisis previo de la propiedad es crucial, también cuando se trata de propiedades nuevas.