6 de agosto de 2009
El Nuevo Dia
Fortuño anunció que se redirigirán $20 millones de fondos del PEC al Banco Gubernamental de Fomento para destinarlos a sufragar costos de predesarrollo y diseño de proyectos prioritarios de infraestructura. Por Sandra Morales Blanes / smorales@elnuevodia.com Tras reconocer su inconformidad con el funcionamiento del Plan de Estímulo Económico Criollo (PEC), el gobernador Luis Fortuño anunció ayer varios cambios al mismo que incluyen la creación de un nuevo programa para proveer ayuda a los consumidores que deseen adquirir un hogar, pero no tengan los recursos para sufragar los gastos de cierre hipotecario. El denominado "Programa de Bono de Vivienda para Gastos de Cierre" tendrá asignado inicialmente $20 millones. A través del mismo el Gobierno ofrecerá un subsidio de hasta un 5% del precio de venta a esos fines. El precio de la vivienda a adquirirse no podrá ser mayor de $200,000 y, para cualificar, el participante deberá contar con un ingreso máximo familiar que no exceda los $75,000 anuales. "Este nuevo programa beneficiará a miles de familias puertorriqueñas que califican para comprar su hogar utilizando el Programa de Estímulo de Compra de Vivienda y el Programa de Subsidios para Vivienda de Interés Social, pero no tienen el dinero para gastos de cierre", precisó Fortuño. El Primer Ejecutivo agregó que en caso de que la persona venda la propiedad durante los primeros 10 años de vida de la hipoteca existirá un gravamen en la escritura de compraventa que requerirá la devolución de los fondos. No obstante, aclaró que la penalidad no aplicará a maestros, policías, bomberos y profesionales de la enfermería. Tampoco aplicará el gravamen si el beneficiado participa durante el primer año de hipoteca "en algún trabajo comunitario voluntario" que esté auspiciado por agencias de gobierno o organizaciones sin fines de lucro debidamente certificados. "La idea es que si usted hace trabajo voluntario pueda vender su casa a los dos años y no tenga este tipo de limitación", dijo Fortuño. Otro de los nuevos elementos introducidos bajo el PEC está dirigido a impulsar el denominado programa de coparticipación para préstamos de construcción dirigido a facilitar crédito para el desarrollo de nuevos proyectos de vivienda que puedan ser viables bajo el panorama económico actual. Según Fortuño ahora se permitirá la participación de instituciones como las cooperativas en el programa. Además, según Fortuño, el rol de la Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda (AFV) ha sido ampliado de manera que sea más proactivo y no dependa exclusivamente de que el sector financiero le invite a compartir el riesgo en los préstamos de construcción que decidan originar en conjunto con el gobierno. "Tenemos que tomar la iniciativa en lo que la banca local se recupera", señaló Fortuño. Al momento el programa sólo ha generado un proyecto de vivienda: Vistas de Arroyo, de 248 unidades de bajo costo y cuya inversión es de $18 millones. Los anuncios fueron hechos durante el Congreso de la Vivienda que se celebró ayer en el Condado Plaza. Miles de casas sin vender Por su parte, el economista Graham Castillo indicó que, al momento, hay más de 6,000 unidades de vivienda construidas que no se han vendido. Dijo que la data pudiera ser aún mayor si se comparan los datos recopilados por la firma de dirige, Estudios Técnicos, con los de la banca. Según estadísticas de la firma Estudios Técnicos el total de venta de viviendas para el primer semestre de este año, fue un 49% más bajo que las ventas reportadas en el mismo periodo del 2008. En un aparte con El Nuevo Día, Castillo señaló que los esfuerzos del sector de la construcción y el Gobierno se deben dirigir a incentivar la compra de viviendas para lograr mover el inventario acumulado. Poca capacidad adquisitiva Otro aspecto preocupante, según Castillo, lo es la "brecha" latente entre las propiedades nuevas que salen al mercado y la capacidad de ingresos para comprar en Puerto Rico. El economista señaló que un 50% de los puertorriqueños no tiene los ingresos para comprar una vivienda valorada en $90,000 o más. Explicó que la situación se agrava porque los altos costos de construcción, no permiten el desarrollo de vivienda a precios por debajo de esos renglones. "Hay un desfase entre lo que está disponible en el mercado para comprar vivienda nueva y el ingreso mediano en Puerto Rico", sostuvo Castillo.