4 de agosto de 2009
El Nuevo Dia
El Departamento de Hacienda no ha enviado las facturas con el cobro del nuevo impuesto a la propiedad y ya el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM) en Bayamón parece un pandemónium. La oficina está más congestionada que una sala de emergencia de hospital. Las filas empiezan desde la madrugada, a veces desde la 1:30 a.m. Ni el miedo a contagiarse con la fiebre porcina ha hecho que los contribuyentes desistan de visitar el CRIM. "Nunca habíamos visto algo así, que entraran 115 personas al abrir a las 8:00 a.m.", reconoció el técnico Aníbal Elosegui, mientras atendía a una contribuyente. Según Elosegui, hay tres razones principales para el gentío: problemas con el nuevo sistema computarizado del CRIM -no reconoce como válidas algunas transacciones, entre ellas los planes de pago-; el impuesto especial sobre la propiedad que se aprobó en la Ley 7 y que lo cobrará Hacienda tiene preocupados a los contribuyentes; y muchos pagos hechos por los contribuyentes en las entidades bancarias no aparecen registrados como pagados en el CRIM. Santia Ríos fue una de muchos contribuyentes que recibió una carta cobrándole el impuesto sobre la propiedad y que esperaba paciente para hacer su reclamación. El CRIM le está cobrando el pago atrasado de julio de 2008 y enero de 2009, pero ella tiene evidencia de que pagó ambos. "Yo fui personalmente a R-G a pagar, aquí tengo copia de los cheques cancelados", dijo Ríos quien llegó a las 6:00 a.m. e hizo el número 60, aunque al abrir las puertas del CRIM se lo cambiaron al 89 para intercalar a las personas con impedimentos. le cobran lo pagado "La mayor parte de la gente que está aquí es por pagos que hicieron y no aparecen hechos en el sistema", dijo ángel López, supervisor de servicio y cobro, con 17 años en la agencia. La culpa la tiene el sistema computarizado que se instaló hace dos años. "Para cobro es bueno, pero hay problemas con los planes de pago porque no los acepta", dijo el supervisor. López reconoció además que no hay suficiente personal en la oficina para atender a los contribuyentes. "Antes nos ayudaban nueve tasadores e investigadores del CRIM, pero ahora están en la calle". La oficina tiene ocho o nueve empleados para atender a los cientos de contribuyentes que acuden a diario. Una "opción viable", según López, para lidiar con las largas filas sería extender el horario o abrir los sábados mediodía, en lo que se resuelven estos casos. El CRIM opera de 8:00 a.m. a 4:30 p.m. de lunes a viernes. Pero el gerente Maximino Castillo, no cree que eso funcione, pues la mayoría del personal está compuesto por mujeres con hijos pequeños, y duda que éstas quieran trabajar por más tiempo. Sobre el problema del sistema de computadoras, Castillo dijo que la oficina central está resolviendo la situación. no hay turnos a las 10 a.m. Rey Rosado llegó a media mañana y tuvo que irse, pues la oficina estaba llena y ya no estaban dando más turnos. él vendió una propiedad hace seis años y todavía aparece a nombre de él. Fue a la oficina del CRIM en Fajardo, que tiene menos público, pero el empleado que lo tatendió no quiso hacerle el cambio y lo envió a Bayamón. Sin embargo, el supervisor de servicio y cobro en Bayamón, dijo que los empleados del CRIM saben que en cualquiera de las oficinas regionales los contribuyentes pueden pagar, tramitar el cambio de dueño y las exoneraciones, sin importar el lugar dónde ubiquen las propiedades. Además, en la mayoría de los 78 municipios -excepto Barranquitas- se puede pagar el CRIM. "Esto ha sido una tortura", expresó Vivian Ruiz, quien se quejaba de que los empleados colaban a los conocidos. ésta era la segunda vez en el mes que visitaba al CRIM -en ambas ha ido de madrugada- porque le están cobrando julio de 2009 y enero de 2010. En total, $2,960.10. "Mi mamá vino el otro día a hacer un pago parcial, el de julio, que son $1,914 y le dijeron que tenemos que hacer el pago completo", señaló Ruiz al tiempo que indicó que tiene otra propiedad exonerada, a la cual le están cobrando contribuciones. Hay otros casos más inverosímiles. Yahaira Meléndez contó que compró una casa en la urbanización Riverview de Bayamón hace una década, la que inscribió. Como es su residencia principal, el CRIM le notifica que está exonerada, pero su vecina recibió esta vez una carta de cobro de $1,200 por la propiedad de Yahaira. Ella desconoce por qué el CRIM le está cobrando impuestos sobre su residencia a su vecina y por eso acudió a la oficina de Bayamón. Y la persona que le vendió la casa, recibió una carta de cobro de $7,000 por la misma propiedad. llegan hasta de Nueva York Otros contribuyentes llegan de Estados Unidos a intentar resolver los problemas de facturación con el CRIM. Una de ellas lo fue Agnes Lloréns, quien al recibir la factura de $49,140.52 decidió tomar el primer avión para Puerto Rico para resolver personalmente el asunto. Ajena al revolú que hay en el CRIM, llegó el primer día a las 9:30 a.m. y ya no había turnos. Regresó al día siguiente a las 6:30 a.m. e hizo el 72. "Yo entiendo que pueden ocurrir errores, pero nunca antes me enviaron una carta de cobro. Ahora me envían ésta con multas y recargos. A Dios gracias, yo tengo todos los documentos aquí", dijo señalando un cartapacio lleno de papeles. El Nuevo Día pudo observar que en el lugar la mayoría de las personas eran mayores de 60 años, no había ni un solo dispensador de desinfectante para las manos ("hand sanitizer") y la máquina que ilumina el número por el que van atendiendo, no funcionaba. Una empleada gritaba el número a viva voz.