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  Por el libro
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3 de agosto de 2009

El Nuevo Herald

Habían pasado cinco meses desde que empezaron a demorarle los pagos y 90 días desde que le suspendieron el seguro médico. Pero, de todos modos, Julia Cárdenas se preparaba para ir a trabajar a un empleo que, según ella, no le pagaba desde hacía semanas.

Ese lunes por la mañana, después del feriado del 4 de julio, afirma que su jefe la llamó para decirle que no se molestara en ir más a trabajar. Su empleo ya no existía. Y su empleador, C4 Direct Solutions, de Pompano Beach, había cerrado.

Cárdenas es una de al menos una docena de ex empleados de la firma de tercerización de administración que afirma que le deben miles de dólares en paga atrasada o facturas médicas cuando la compañía cerró.

Son parte de un grupo cada vez mayor de desempleados que sufren una forma de miseria más prolongada en la dura situación económica del momento: no tienen seguro médico, los cheques de nómina les rebotan y finalmente no pueden cobrar nada.

Mike D'Aquino, portavoz del Departamento del Trabajo, afirma que la entidad no lleva la cuenta del número de casos de salarios atrasados, pero asegura que parecen ir en aumento.

El Departamento anunció recientemente que añadirá 250 investigadores a escala nacional en los próximos dos años para hacer cumplir las leyes federales, que dan a los empleados una fuerte protección para recuperar salarios atrasados. Los que se han asesorado con abogados dicen que se sienten optimistas de que podrán recuperar su dinero.

Pero la situación se complica si una compañía se declara en quiebra o no tiene activos.

En un Fuddruckers en Wellington esta primavera, unos 40 empleados dejaron de recibir dos semanas de sueldo cuando los dueños cerraron la franquicia y se prepararon para declararse en quiebra. Declararon a The Palm Beach Post que simplemente no había dinero para pagar, noticia devastadora para empleados como el cocinero Charles Obee, que tiene que mantener a su prometida y a su hijo de 2 años.

Poco después de publicarse la información, los dueños pagaron $12,000 en sueldos atrasados.

Pero además de presionar a la empresa, los empleados a los que se les debe sueldo atrasado pueden llevarla a los tribunales.

La Ley de Normas Justas de Trabajo permite a los trabajadores demandar por sueldo atrasado y recuperar el doble del salario mínimo en horas normales y extra.

Kevin Mercer, abogado miamense especializado en Derecho Laboral, dice que para los que trabajan por más del salario mínimo la diferencia entre éste y el real se puede recuperar por medio de una demanda en los tribunales estatales. Pero agregó que la diferencia se paga a menudo en el acuerdo federal para evitar litigios adicionales.

Los empleados también pueden demandar a los dueños de las compañías para recuperar su sueldo atrasado, lo que normalmente no se permite en casos civiles. El estatuto incluye "honorarios razonables de abogado' que tienen que pagar los empleadores si los declaran culpables de la infracción.

Mercer, que ha presentado demandas a tenor con la ley de Normas Justas en representación de cuatro empleados de C4 Direct, sostiene que este tipo de casos aumenta a medida que la economía se debilita.

Los ex empleados de C4 Direct explican que los problemas comenzaron en febrero, cuando el día de pago cambió de viernes a sábado. Luego se acabaron los fondos, los cheques comenzaron a rebotar y los lunes por la mañana se volvieron una carrera desesperada al banco.

"Los lunes, todo el mundo iba al Wachovia a las 7:45 para ser el primero en hacer efectivo su cheque', expresó Gilberta Fergile. "A lo mejor cinco lo lograban; los demás recibían su dinero durante la semana'.

Ya en junio, según los empleados, los cheques simplemente dejaron de llegar. Muchos acabaron por renunciar, cansados de trabajar sin cobrar. Los que se quedaron fueron testigos del cierre de la oficina de Pompano Beach a principios de julio.

Ron Thibeau, dueño de C4, manifestó que su compañía fue presa de clientes morosos y fraude bancario que dejó sin fondos las cuentas. Thibeau dijo que está trabajando en la liquidación de la empresa y ya le ha pagado a varios empleados, pero añadió que le tomará semanas cumplir el resto de sus obligaciones.

Thibeau afirma que ha contratado a un abogado para declararse en quiebra y tiene la esperanza de pagar a todos en los próximos dos o tres meses.

"Por desgracia, somos una señal de cómo andan los tiempos. Yo no soy la única compañía que está pasando por este proceso', apuntó Thibeau. "De todos modos. . . estoy haciendo todo lo posible para pagar los sueldos atrasados'.

Cuatro gerentes de C4 crearon su propio centro de llamadas y acordaron recibir parte de los equipos de C4 en lugar del dinero adeudado, según Thibeau.

Varios empleados de C4 sostienen que siguieron trabajando aunque no les pagaran porque sus perspectivas en el mercado laboral les parecían escasas. El índice de desempleo en Broward es el más alto en 17 años. Ahora desempleados, la mayoría afirma que necesita ese dinero desesperadamente.

Cárdenas, que siguió trabajando después que muchos otros se marcharon, dice que se quedó de una pieza al escuchar que su empleo se había evaporado. "Fue una cosa de último minuto. Me llamaron una hora antes de ir a trabajar', expresó Cárdenas. "Yo pregunté. . . ‘¿Y eso es todo? ¿Ustedes no me van a dar más opciones?' '

A pesar de la sólida protección que las leyes otorgan a los empleados, Mercer afirma que, paradójicamente, el número de demandas que ha presentado está bajando porque muchas empresas que deben a sus empleados están condiciones financieras tan malas que no hay nada que recuperar en los tribunales.

"El abogado depende de la solvencia del acusado para que le paguen', apuntó Mercer. "Con la economía en esta situación. . . he rechazado más casos en los últimos meses que en años anteriores precisamente por esa razón'.

Los empleados también pueden recuperar sus sueldos presentando una queja ante el Departamento del Trabajo, que investiga y se ocupa de quejas por salario mínimo por horas normales o adicionales sin cobrar nada. El número de quejas del Departamento es 1-866-4USWAGE.

Algunos empleados de C4 Direct, muchos de ellos jóvenes, afirman que querrían haber conocido sus opciones jurídicas antes que varias semanas sin cobrar les impidieran pagar sus hipotecas, servicios básicos y hasta la comida.

"En este momento no existe la merienda. [Mi mamá] compra arroz. Ni papitas, ni nada de ese tipo. Nada saludable', dijo Esonese Lubin, de 18 años, que empezó a trabajar en C4 en mayo del 2008 para complementar los ingresos de su madre y pagar los estudios de Enfermería que planeaba comenzar este otoño.

"Mi mamá hace un asado y probablemente dura dos días', expresó. "Y le cuesta mucho conseguir lo suficiente para eso'.