21 de julio de 2009
El Nuevo Herald
Muchos de los bancos que recibieron asistencia federal para apoyar más préstamos han usado el dinero para hacer inversiones, pagar deudas o comprar otros bancos, según un nuevo informe del inspector general que supervisa el programa de rescate bancario del gobierno. El informe, que se publicó el lunes, encuestó a 360 bancos que recibieron dinero hasta finales de enero y concluyó que 110 habían invertido por lo menos una parte, que 52 habían pagado deudas y que 15 lo usaron para comprar otros bancos. Casi el 80 por ciento de los que participaron en la encuesta, 300 bancos, también afirmaron que habían dedicado al menos parte del dinero a apoyar nuevos préstamos. El informe del inspector general Neil Barofsky exhorta al Departamento del Tesoro a exigir la entrega de información más detallada y con más regularidad de los bancos sobre el uso de los fondos federales recibidos del programa TARP. El Tesoro se ha negado a recopilar tal información. Eso es "esencial para que el Tesoro cumpla el objetivo de más transparencia en el programa TARP e informar al público y sus representantes en el Congreso sobre qué se está haciendo con el dinero de los contribuyentes', expresó el informe. En una respuesta por escrito, el Tesoro rechazó nuevamente la exhortación. Las autoridades del Tesoro opina que no es posible seguir la pista exacta del dinero de rescate porque darle dinero a un banco es como echar agua en el mar. "Aunque pueda resultar tentador hacerlo, es imposible decir que la inversión de fondos del TARP ha resultado en préstamos en particular, inversiones u otras actividades por parte del receptor', expresó Herbert M. Allison Jr., subsecretario del Tesoro a cargo de administrar el programa de rescate, en una carta a Barofsky. El Tesoro ha exigido que 21 de los mayores bancos del país entreguen informes mensuales que muestren el volumen de dinero que han emitido en nuevos préstamos. El gobierno ha entregado hasta el momento más de $200,000 millones a más de 600 bancos como parte del programa TARP, que comenzó en octubre, con inversiones en nueve de las mayores instituciones financieras. Algunos bancos han comenzado a pagar el dinero mientras otros han solicitado fondos. Las autoridades dijeron que el objetivo era mejorar las reservas de los bancos saludables, para permitirles emitir nuevos préstamos. Sin embargo, desde el principio el gobierno invirtió en bancos abrumados --Citigroup fue el más destacado-- que habían anunciado abiertamente sus intenciones de reducir los préstamos.