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  Por el libro
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15 de julio de 2009

La Opinion

NUEVA YORK (EFE).— La farmacéutica Pfizer puso ayer en marcha un programa, ideado por un médico ecuatoriano, para pagar los medicamentos de la firma consumidos en EEUU por quienes hayan perdido su empleo este año y no tengan un seguro médico.

"Leía constantemente noticias sobre gente con problemas para pagar su medicación porque habían perdido el trabajo y el seguro, así que propuse esta idea en una reunión de Pfizer y la respuesta fue increíble: Todos se levantaron y aplaudieron", dijo el doctor Jorge Puente, impulsor de la iniciativa.

Nacido y educado en Quito, Puente estudió medicina en este país y desde hace 18 años trabaja de forma ininterrumpida para Pfizer, la mayor farmacéutica del mundo, por lo que dice conocer bien a la comunidad latina que vive en Nueva York y alrededores.

"Imagino que muchos de los que se acojan a este plan serán latinos, porque, aunque la situación está realmente mal ahí fuera, es también muy difícil para ellos", apuntó Puente, presidente regional de farmacéuticos internacionales de la compañía.

"En el tren que tomo cada mañana para venir a Manhattan cada vez veo más asientos vacíos. Son de gente que ha perdido su trabajo", explicó este médico, quien dijo percibir que la sociedad, desde "vecinos hasta empresas", está mostrando mucha sensibilidad ante las tragedias personales que hay detrás de la crisis, el aumento del paro y la carencia de un seguro médico.

El gobierno del presidente Barack Obama pretende reformar en profundidad el actual sistema de salud, que es el más costoso del mundo y deja a más de 46 millones de personas sin seguro médico. Se calcula que esa cifra aumenta en 1,1 millones por cada avance de un punto porcentual en la tasa de desempleo, que está en su nivel más alto en 25 años, por la recesión.

"Tengo muchos vecinos, amigos e incluso gente que trabajaba para la compañía que se podrá acoger. Ahora mismo todo el mundo conoce a alguien que se ha quedado sin empleo. Es terrible", apuntó Puente.

Según una encuesta difundida ayer por la Universidad Quinnipiac, el 69% de los votantes estadounidenses (de los que el 88% tiene un seguro privado) quiere un sistema público de salud y el 52% no cree que la cobertura actual sea buena por lo que se paga.

El 54% apuesta por un sistema público para que el coste de la asistencia médica se reduzca y el 38% cree que el primer objetivo debe ser garantizar la protección universal, sin embargo sólo el 15% pagaría entre 500 y 1.000 dólares más en impuestos para financiar un sistema que beneficie también a quienes no están asegurados.

"En una reunión con personal de todas las áreas y niveles, dije que debíamos hacer algo para ayudar a la gente en esta situación, porque las cosas ahí fuera están realmente mal", relató Puente.

La respuesta fue inmediata y Pfizer elaboró este plan al que se pueden acoger todas las personas que hayan estado tomando durante al menos los tres últimos meses algún fármaco de la firma, desde Lipitor (colesterol) o Celebrex (artritis) hasta Viagra, y que se haya quedado sin trabajo durante este año.

"Todo lo que tiene que hacer es llamarnos o completar un fácil formulario en la web y demostrar que tiene dificultades económicas para pagar sus medicamentos porque se ha quedado sin trabajo y no tiene seguro. En unas dos semanas le diremos si podemos ayudarle", explicó Puente.

Aunque el programa abarca setenta fármacos, el médico animó a que si alguien está tomando algún otro medicamento pida igualmente ayuda, "porque además de este plan tenemos muchos otros de los que quizás se pueda beneficiar".

La idea es que este programa, bautizado como Maintain Pfizer y extensible a los familiares más próximos de los desempleados, se prolongue durante todo 2009. Los beneficios se mantendrán hasta que el afectado encuentre de nuevo trabajo o hasta un año como máximo.

"Cuando termine el año, estudiaremos los resultados y decidiremos si continuamos con el programa", explicó Puente.