5 de junio de 2009
El Nuevo Herald
A la llegada de la temporada de huracanes del 2009, muchos propietarios de viviendas están descubriendo que los seguros son más caros, o más difíciles de encontrar. Desde Nueva York hasta la Florida, y en la región de la Costa del Golfo, los propietarios están viendo subir de nuevo las primas y la cobertura cambiar una vez más. Y con más frecuencia están siendo abandonados completamente por sus aseguradoras, que están tratando de limitar su exposición en áreas de alto riesgo. 'No les gusta estar en este negocio. . . demasiado riesgo', dijo Scott Hall de Market Street Advisers, firma de consejería financiera radicada en Wilmington, Carolina del Norte. Las primas de seguro de los propietarios de vivienda han subido en todo el país alrededor de un 3 por ciento, probablemente más en algunas zonas costeras en las que el potencial de daños es mayor, de acuerdo con el Instituto de Información de Seguros, un grupo con sede en Nueva York. La temporada de huracanes comenzó el lunes y continuará hasta el 30 de noviembre. Varios factores están afectando las primas y la cobertura, entre ellos los $26,000 millones que pagaron el año pasado las aseguradoras en daños causados por catástrofes, y el impacto de la crisis del mercado financiero en las ganancias de las compañías. Cambios en los sistemas regulatorios estatales están asimismo haciendo subir algunas primas. El año pasado, Allstate Corp. y State Farm Insurance Cos., dos de las principales aseguradoras de viviendas y automóviles del país, subieron sus primas en algunos estados, entre ellos Texas, diciendo que el aumento era necesario para compensar con el creciente número de reclamaciones. Los huracanes Gustav y Ike azotaron a Estados Unidos en septiembre. Allstate, cuyas oficinas centrales están en Northbrook, Illinois, implementó también cambios en sus pólizas que hicieron subir los deducibles y dejaron de ofrecer cobertura en zonas costeras de alto riesgo, incluyendo la sección sudeste del estado de Nueva York. 'Nosotros revisamos continuamente todos esos puntos y hacemos los ajustes necesarios', dijo el vocero de Allstate Mike Siemienas. Mientras tanto, State Farm Florida, subsidiaria de la aseguradora cuya sede está en Bloomington, Illinois, está tratando de abandonar el mercado de la Florida después de que el estado les negó su solicitud de un aumento del 47 por ciento en sus primas. Ejecutivos de la compañía han afirmado que necesitan el aumento para mantenerse viables financieramente. Las discusiones con los reguladores continúan. Shawna Ackerman, codirectora del comité de propiedades y pérdidas en sucesos extremos de la Academia Americana de Actuarios, dijo que ella no ha escuchado que haya negaciones de renovación o cambios de póliza en masa siendo consideradas para el 2009. Pero las aseguradoras continúan un proceso que comenzó cuando pagaron $23,700 millones en reclamaciones --una cifra ajustada para la inflación desde el 2008-- cuando el huracán Andrew en 1992, tratando de limitar su exposición, o sea, su vulnerabilidad a pérdidas, en las áreas costeras. Los huracanes Iván en el 2004 y Katrina en el 2005 obligaron a algunas de ellas a retroceder aún más, y muchas de ellas reevaluaron la cobertura de sus pólizas y subieron las primas. Iván causó más de $8,100 millones en pérdidas luego de ajustes por inflación, y Katrina fue el más caro, con pérdidas que ahora se calculan en $45,200 millones, según datos del Instituto de Información de Seguros. 'En los últimos cinco años, en que hemos visto pérdidas récord causadas por catástrofes en zonas costeras --Florida, Mississippi, Louisiana y Texas-- los aumentos (de las primas) en esas áreas han aventajado a lo que hemos visto en el resto del país', dijo Bob Hartwig, presidente del Instituto de Información de Seguros. Las aseguradoras subirán sus primas dondequiera que los reguladores se lo permitan, dijo Hartwig. ``En las zonas donde no se les brinde esas oportunidad, las aseguradoras van a disminuir su exposición a riesgos'.