21 de mayo de 2009
El Nuevo Herald
El gobierno federal está multiplicando por 10 el número de agentes y fiscales que batallan contra las estafas al Medicare en Miami, Los Angeles y otras ciudades donde, según las autoridades, se roban miles de millones de dólares todos los años. "Sabemos que estos equipos especiales funcionan', dijo el secretario de Justicia, Eric Holder, el miércoles en una conferencia de prensa en Washington. Operaciones en menor escala han logrado 146 fallos condenatorios y han recuperado $186 millones en Miami desde el 2007. Pero ahora van a tener más fuerza y fondos que en el gobierno de Bush, con personal del Departamento de Justicia y el Departamento de Salud y un aumento de $311 millones en su presupuesto del 2010. En Miami las autoridades calculan que el fraude al Medicare le cuesta al sistema más de $3,000 millones al año. Pero cuando el Departamento de Justicia comenzó a crear un equipo en Miami en el 2007 sólo eran un puñado de fiscales. Las autoridades federales y locales discutieron si debían encausar a los pacientes que, con los proveedores, participaban en las estafas. En Miami las estafas son tantas que, en algunos vecindarios, se ha convertido en una costumbre. Algunos pacientes ganan más de $1,000 mensuales, dijo Kirk Ogrosky, jefe adjunto de la División de Estafas del Departamento de Justicia federal. Pero con el nuevo Equipo de Prevención del Fraude en la Salud Pública (HEAT), cientos de agentes y fiscales tendrán una presencia mayor en Miami y Los Angeles. La iniciativa también apuntará a Houston y Detroit, adonde según los agentes se mudan los estafadores al Medicare de Miami. También se establecerán equipos en otras 10 grandes ciudades, que no identificaron. Las autoridades afirman que el plan nacional ofrecerá a las entidades policiales la fuerza necesaria para penetrar algunos de los vecindarios más corruptos del país. Desde hace tiempo Miami es el centro de las estafas al sistema de servicios médicos del país. En algunos barrios los pacientes son reclutados por comisionistas que van de puerta en puerta ofreciendo cientos de dólares por el uso de sus números de Medicare. Frecuentemente apuntan a los nuevos ciudadanos y a los inmigrantes, pero algunas veces son familias completas. Muchas de estas personas no hablan inglés. En un caso, un estafador le cobró al gobierno $2 millones por una sola silla de ruedas mediante repetidas facturas, cada una a nombre de un beneficiario diferente. Otra compañía le cobró al Medicare lo suficiente como para permitirle al dueño comprarse un Rolls-Royce, pero cuando los inspectores visitaron la oficina sólo encontraron un clóset con una escoba. Los estafadores se mueven extraordinariamente rápido. Según las autoridades, cuando reciben información sobre una compañía sospechosa, el negocio ya ha cerrado y probablemente se ha establecido en un lugar distinto con otro nombre. Pero la nueva alianza permitirá compartir mejor, en tiempo real, la información sobre los patrones de fraude. Los agentes pueden monitorear información de pagos y vigilar a los proveedores sospechosos, dijo Holder. Esto "no sólo nos permitirá detener rápidamente las estafas antes que echen raíces sino que nos permitirá identificar las vulnerabilidades sistémicas de las que han abusado los proveedores', dijo. HEAT también trabajará con las autoridades estatales del Medicaid para auditar a los proveedores y supervisar sus actividades. El Departamento de Justicia también trabaja para establecer equipos adicionales que encausen casos de estafas en la Parte D del Medicare y los programas de Seguro de Salud de Niños/Medicaid.