14 de mayo de 2009
El Vocero
Unos 18 focos fundidos, tramos en contra del tránsito, falta de seguridad en las noches y un solo lector de tarjetas de acceso que ocasiona atascamiento de vehículos en los puntos de entrada, son algunos de los problemas que tienen que enfrentar a diario los empleados del estacionamiento multipisos del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, quienes piden acción a las autoridades portuarias ante sus planteamientos.
En una carta que fue endosada por un grupo de empleados del aeropuerto, se hace referencia a la serie de problemas que éstos enfrentan desde que la Autoridad de Puertos cambió las clasificaciones de uso del estacionamiento multipisos que les asignó el uso mandatario del quinto y sexto nivel.
Los empleados expresan que "el propósito principal (de la carta) es dejar saber formalmente el inmenso descontento que persiste en la mayoría de los empleados del aeropuerto ante los cambios recientemente implantados por la administración para el uso del estacionamiento por parte de los empleados. Los cambios llevados a cabo nunca fueron explicados a los usuarios y empleados que, a la larga, serían la parte negativamente afectada.
Nosotros (empleados) habríamos aportado ideas y soluciones que irían a ofrecer alternativas al meollo del problema. Entre todos habríamos podido recomendar soluciones tanto técnicas como de estilos de usos para atender los problemas sin que se tuviera que afectar a la comunidad de empleados".
Entre los señalamientos que se detallan en la misiva están la alteración de la logística de flujo dentro del estacionamiento lo que puede provocar una serie de contratiempos como accidentes, retrasos en su entradas a labores diarias, confrontaciones innecesarias de índole personal que se dan ante la complejidad e irrazonable sistema de direcciones del tráfico y la falta de seguridad en los niveles superiores, sobre todo, en las horas de la madrugada.
Robinson López, portavoz de los empleados, dijo que "tan reciente como hoy (ayer), el problema del acceso a través de un solo lector provocó un tapón de unos 20 vehículos, ya que la persona que iba a utilizar ese sistema no le funcionó y no había otra manera de acceder por otra entrada. No fue hasta que se le pudo solucionar el problema que tuvimos acceso a nuestros estacionamientos. Es conocido que esta es una industria que opera por minutos, y una tardanza de minutos nos puede hacer perder el empleo".
También mencionó que estos cambios más bien responden a los intereses de la familia Cabral, dueños de la concesión del estacionamiento, según se indicó.
López explicó que ante el cambio cultural de la familia puertorriqueña relacionado a las despedidas en el aeropuerto no se experimentan los atascamientos de vehículos del pasado, ya que los viajeros prefieren que una sola persona los recoja o los lleve al aeropuerto.
Además, que ya no se practica la antigua tradición familiar de las despedidas en grupos. "El problema mayor es que pueden suceder situaciones de seguridad. Ahora mismo, hay turnos de comienzo a toda hora de la madrugada, y los empleados tienen que encontrarse con que 18 focos de alumbrado están fundidos.
Y ante la orden mandatoria, aunque haya cabida en los niveles bajos en las horas de la noche, tienen que estacionar en el quinto y sexto nivel a merced de su seguridad. Tengo un compañero de trabajo que se encontró con un sujeto que estaba tratando de abrir la puerta de su vehículo, y no había seguridad. Esto se presta para robos, violaciones y hasta secuestros de personas", advirtió.
López señaló que en el primer piso del estacionamiento existen varias concesiones donde hay una que expende bebidas alcohólicas lo que no es malo, sino que permite que junto a las personas buenas se mezclen otros con malas intenciones.
Finalmente, los empleados emplazaron tanto al gerente del aeropuerto, Arnaldo Deleo, como al director ejecutivo de la Autoridad de Puertos, Alvaro Pilar, a reunirse con ellos para discutir problemas y alternativas a esta situación.