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  Por el libro
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12 de mayo de 2009

El Nuevo Herald

La administración del presidente Barack Obama rompió ayer con el laissez-faire de los años de George W. Bush en materia de lucha contra los abusos de posición dominante en el mercado, acercando su posición a la de otros grandes países industrializados.

El cambio se materializó con la derogación de un documento del Departamento de Justicia publicado en septiembre por la anterior administración, que explicaba cómo interpretar las reglas sobre la libre competencia.

'Creo que las conclusiones del informe no aciertan en su objetivo, por esta razón lo derogamos. Su principal debilidad es que erigía demasiados obstáculos a los esfuerzos del gobierno en materia antimonopolio', subrayó Christine Varney, adjunta del Departamento de Justicia a cargo de casos de monopolio, en una conferencia de prensa en Washington.

Su retiro 'constituye un cambio de filosofía y la mejor forma de hacer saber a todo el mundo que la división antimonopolio (del Departamento) entablará demandas con determinación cuando los grupos monopólicos intenten utilizar su posición dominante en el mercado para eliminar a la competencia y afectar a los consumidores', afirmó.

Durante su campaña presidencial, Barack Obama había atribuido al ex presidente George W. Bush una de las peores ejecutorias en materia de defensa del consumidor.

El diario The New York Times subrayó ayer que en la administración del ex presidente George W. Bush (2001-2009) no se entabló ninguna demanda por problemas de monopolio, mientras que durante los años 1990 las decisiones más espectaculares adoptadas en Estados Unidos para defender la libre competencia --como las dictadas contra Microsoft e Intel-- fueron resultado de una iniciativa del Departamento de Justicia.

La administración Obama hereda casos delicados en los sectores de informática e internet, actividades que bajo la presidencia de Bush registraron un avance considerable.

El fabricante de microprocesadores Intel debería ser objeto mañana de una fuerte sanción de la Unión Europea por abuso de posición dominante.