14 de abril de 2009
El Nuevo Herald
Las medidas con que se pretende aliviar las condiciones de las hipotecas morosas probablemente no reduzcan los embargos de viviendas tan eficazmente como las ayudas directas a los propietarios, según conclusiones de economistas de la Reserva Federal. Las pérdidas de puestos de trabajo y la caída de los precios de la vivienda tienen mayor impacto en la morosidad que las condiciones de la hipotecas, y las modificaciones no son necesariamente un mejor arreglo para los inversores que los embargos, según un trabajo de dos economistas en activo de la Fed y de otro que trabajó en el Banco de la Fed de Boston y de un investigador de la Fed de Atlanta. La conclusión es un desafío para los defensores de los titulares de vivienda morosos y en cierta medida también para el punto de vista prevaleciente del Gobierno del presidente Barack Obama, de responsables de la Fed y otros reguladores. Obama anunció en febrero un plan de $75,000 millones que hace hincapié en la refinanciación o modificación de préstamos para hasta 9 millones de dueños de hogares. 'Una de las más influyentes corrientes de pensamiento sostiene que la crisis puede atenuarse cambiando las condiciones de hipotecas demasiado caras', dijeron los economista en el documento dado a conocer el viernes pasado en la web de la Fed de Boston. Aun así, los programas de reducción de la ratio de deuda-ingresos de los prestatarios 'se enfrentan a importantes obstáculos para lidiar con la crisis de la vivienda', dijeron los autores. En su lugar, el Gobierno debería estudiar alternativas como préstamos a los hipotecados para salvar durante uno o dos años la pérdida de ingresos causada por el desempleo, o ayudar a los prestatarios a convertirse en inquilinos, dijeron lo economistas. Los autores del trabajo son Christopher Foote y Paul Willen, economistas sénior y asesores de la Fed de Boston; Kristopher Gerardi, economista investigador y ayudante asesor en la Fed de Atlanta, y Lorenz Goette, profesor de la Universidad de Ginebra y ex economista de la Fed de Boston. El documento no aborda específicamente los méritos del plan de la Casa Blanca. El Gobierno federal ha usado las medidas que alientan la modificación de préstamos como la principal herramienta para frenar el aumento de las ejecuciones hipotecarias durante los últimos 12 meses.