6 de abril de 2009

El Nuevo Dia

Aún cuando la ocupación hotelera para Semana Santa en el suroeste de la Isla supera el 90%, según la Compañía de Turismo, las ventas de los negocios están lentas a juzgar por los comerciantes del área. Un recorrido ayer por algunos de los centros turísticos predilectos por los puertorriqueños para recibir la llegada del verano, como La Parguera, Combate y el poblado de Boquerón, evidenciaron la poca asistencia de público en comparación con otros años.

"Yo llevo trabajando aquí en el Poblado de Boquerón desde los 10 años y tengo 46, y te puedo decir que la cosa está bien lenta. Es más hoy, domingo, es cuando mejor ha estado. Espero que ya para el miércoles comience a llegar la gente", indicó a El Nuevo Día, Edwin Cancel, vendedor de ostras y almejas.

Cancel señaló que aunque están todos los hoteles del área llenos a capacidad, "la gente está aguantá en lo que gastan".

Grisel Radkey, quien vende trajes de baño y pareos en la Playa de Combate hace siete años, opinó que aunque la gente está saliendo de vacaciones internamente no está en las de gastar.

"La gente sale con el presupuesto contado y muchos de ellos que vienen a Combate se quedan, pero traen lo que se van a comer y a beber, desde sus casas. No te gastan nada", señaló la también maestra de español, quien indicó que sus ventas han disminuido más de un 50%.

Aunque la mayoría de los comerciantes opinó que la gente está comedida en sus gastos, las expectativas de Carlos Belaval, propietario del negocio de comida El Caracol, son que las ventas de Semana Santa, este año superen las del año pasado.

"Lo que está pasando es bueno para nosotros porque el puertorriqueño no está viajando por la situación económica, y ha optado por quedarse aquí y eso nos ayuda a nosotros y al turismo local", comentó.

Según el economista Gustavo Vélez, en promedio una familia puertorriqueña gasta entre $600 a $1,000 cuando se queda vacacionando en la Isla.

Para Gloria Negrón, gerente del Hotel Villa Parguera, la Semana Santa se perfila como una semana buena con un 100% de ocupación.

"La situación económica a nosotros no nos ha afectado. Tenemos una clientela fija que todos los años hace sus reservaciones con hasta un año de anticipación, por lo que desde meses antes ya sabíamos que íbamos a estar llenos para esta temporada", indicó Morales.