30 de marzo de 2009
El Nuevo Dia
"Eso de irse para afuera para un bachillerato no me convence, que mi hija lo estudie en Puerto Rico, y luego hablamos si quiere obtener la maestría", dijo Carlos, un abogado, quien aseguró que podría costearlo, pero no lo considera "buen negocio". Carlos - su nombre fue alterado tras su petición de anonimato- es uno de muchos profesionales y personas con un estilo de vida acomodado que en los últimos años han cambiado de forma de pensar en torno a los beneficios de enviar a sus hijos a estudiar a universidades en Estados Unidos. Muchos de los graduados de escuela superior son hijos de la generación de 1980 que sí obtuvo sus bachilleratos en Estados Unidos y luego regresaron a la Isla a trabajar o retornaron después de laborar en el continente. Para los padres como Carlos la idea de enviar a sus hijos a estudiar en Estados Unidos no tiene la misma mística -de la anilla de oro- que tenía para sus propios padres. La hija de Carlos, graduanda de escuela privada, quería estudiar Comunicaciones en Estados Unidos, pero lo hará en Puerto Rico. De acuerdo al abogado, el "rendimiento" de un bachillerato en relación con el salario que podría obtener ese hijo posteriormente, actualmente ya no amerita la inversión. "Ahora, si mi hija luego quiere irse afuera a hacer la maestría, no habría problema", expresó el letrado, quien manifestó que muchas de las universidades en la Isla son tan buenas como sus contrapartes en Estados Unidos, especialmente en las áreas de ingeniería, medicina y administración de empresas. Magaly, quien tiene negocio propio y también pidió anonimato, opinó igual que Carlos. "Prefiero minimizar hasta donde sea posible el endeudamiento de mis hijos, que se queden aquí para el bachillerato, porque la cantidad de los préstamos estudiantiles que tendrían que coger lo mismo en Estados Unidos sería mucho más", dijo. Costos y ayudas Estos padres no están equivocados. De acuerdo al informe más reciente del College Board, esta década ha sido de extraordinarias alzas en los costos de los estudios universitarios. El costo promedio de un bachillerato en una universidad pública en Estados Unidos, en este año, para estudiantes que no son residentes del estado donde está esa institución, es de $17,452 por año, un 5.2% más que el anterior. Por otro lado, en las universidades privadas de Estados Unidos el costo de cursar estudios subgraduados en el corriente año es aún mayor, con un promedio de $34,132 anuales, un 5.6% por encima del año anterior, según el informe. Cabe señalar que estos no incluyen los costos de viaje y de vida como hospedaje, alimentos, vestimenta y transportación. En contraste, las ayudas que proveen el gobierno federal, las universidades y fuentes privadas no han subido a la par con los costos de matrícula. Aquí es donde los estudiantes que reciben becas tienen que recurrir a préstamos. Menos SAT El número de graduandos de escuelas superior en la Isla que tomaron el Scholastic Aptitude Test (SAT) -el examen requerido para entrar a las universidades estadounidenses- fue menor en 2008 que en 2007, dijo Antonio Magriñá, director de Medición e Investigación del College Board en la Isla. En 2007 se sometieron al SAT 1,576 graduandos, mientras que en 2008 lo tomaron 1,545, lo que alimenta la hipótesis de que menos estudiantes están optando por estudiar en el continente, dijo Magriñá. Más competencia Un alza en el número de estudiantes que deciden quedarse a estudiar en la Isla significa que más estudiantes estarán compitiendo para un asiento en los recintos de la Universidad de Puerto Rico, la universidad pública del País y en las privadas locales. Otra tendencia que está surgiendo para hacerles más difícil a los graduandos de escuela superior conseguir ayuda económica para los estudios universitarios es el regreso a las aulas de personas que han quedado cesanteadas. La consecuencia es que mientras más personas se matriculan en las universidades, menos fondos habrá disponibles por estudiante, indicó Magriñá.