16 de marzo de 2009
El Nuevo Dia
La eliminación de la exención del IVU en la compra de artículos para negocios no atajará la evasión contributiva y, por el contrario, podría aumentar los precios y afectar las arcas de la mayoría de los municipios del país. Así lo señalaron los CPA Juan Zaragoza, Vanesa Franco y Edgardo (Tuto) Sanabria, de la firma Zaragoza & Alvarado en entrevista con El Nuevo Día. Franco, quien es ex directora del Negociado del Impuesto al Consumo en Hacienda, negociado que administra el IVU, dijo que muchos comercios no se han percatado del impacto que tendrá en sus operaciones la eliminación del concepto de revendedor. En parte, el desconocimiento obedece a la prisa con que se aprobaron las medidas, lo que no dejó margen al análisis sosegado, explicó la CPA. Hacienda argumenta que algunos revendedores usan el certificado, que les permite comprar mercancía para su negocio sin pagar el IVU, para hacer compras personales o no relacionadas con su empresa evadiendo así el pago de impuestos. El certificado de exención permitía que la mercancía se moviera a lo largo de la cadena de distribución libre de impuestos. Pero al eliminarlo, los detallistas tendrán que pagar impuestos al comprar la mercancía para la reventa. Existen unos 150,000 certificados de exención emitidos por Hacienda, entre manufactureros y detallistas. La exención a las manufactureras sigue vigente, el que se eliminará según, la ley aprobada por Fortuño, es el de los detallistas. De igual manera la exención a los servicios entre negocios se mantiene vigente. "El abuso tú no lo atacas con cambiar el método de administración del impuesto, es fiscalizando", aseveró Franco. Aseguró que el certificado de exención "es la debilidad mayor del IVU". Mientras, Zaragoza advirtió que lo que podría ocurrir es que la gente cambie el método de evasión, "de la caja registradora a la planilla", manifestó, refiriéndose a la posible petición de créditos por mercancía no exenta. Pero al secretario de Hacienda, Juan Carlos Puig, no le preocupa eso. Dijo que prefiere tener el problema de los créditos que no recibir el dinero del IVU. Puig estima que con la eliminación del revendedor, aumentará la captación de impuestos en un 2% a 3%, lo que equivale a $10 millones anuales. A partir del 1ro. de abril, los detallistas tendrán que pagar el IVU cuando compren en Puerto Rico la mercancía que venderán en sus comercios. Pero, los comercios que adquieran el inventario fuera de Puerto Rico no tendrán que pagarlo. Cuando el detallista revenda la mercancía al consumidor, reclamará el crédito a Hacienda y al municipio por los impuestos pagados. Según Franco, el "Talón de Aquiles de este sistema son los créditos", por lo que Hacienda tendrá que ser eficiente con la fiscalización de dichas reclamaciones, si quiere reducir la evasión. La captación del IVU ronda un 62%, lo que significa que de cada $10 que cobra un comercio de impuesto, sólo envía $6, a Hacienda y se queda con $4. A juicio de los CPA entrevistados, la eliminación de la exención del revendedor tiene el efecto de alejar al IVU del concepto de "sales tax" que se utiliza en Estados Unidos y le añade costos adicionales a la cadena de distribución. Un impuesto híbrido "Esto ya no es un IVU, sino un híbrido entre un sales tax y el impuesto de valor agregado (IVA)", dijo Zaragoza. El IVA se diferencia del IVU en que en el primero el impuesto se añade a lo largo de la cadena de distribución, y en el segundo el impuesto se paga al final, o sea cuando el consumidor adquiere el producto. Aquí el impuesto no se cobrará desde que el importador trae la mercancía, pero sí una vez éste la vende a través de los eslabones de la cadena, que sería el mayorista, el detallista y el consumidor. Los precios podrían subir ¿Qué va a pasar con los precios entonces?, cuestionó esta reportera. "En la medida que se ponen costos en el camino, eso lo va a pagar alguien. Puede suceder que los precios suban", contestó Sanabria. Continuó explicando que los importadores no pagarán el IVU, pero sí tendrán que cobrarlo cuando vendan la mercancía a los detallistas. Y estos podrían agregarle un costo adicional al marcar el precio de la mercancía, para de alguna manera recuperar con intereses el costo del impuesto que tuvieron que pagar. enmiendas a la vista La enmienda impactará además las arcas de unos 60 a 65 municipios, dijo Sanabria. Esto porque los detallistas ya no enviarán al municipio la totalidad del 1% de las ventas registradas el mes anterior. En su lugar, remitirán una cantidad menor, ya que reclamarán el IVU que pagaron al comprar el inventario en algún punto de Puerto Rico. "Los municipios tendrán que conceder créditos por ingresos que reciben otros municipios", dijo Sanabria. Consciente de esa problemática, Puig dijo que Hacienda trabaja en unas enmiendas técnicas para corregir la situación, las que someterá en los próximos días. Indicó que confía en que se aprueben antes que entre en vigor la ley en dos semanas. Se desconoce cuando orientarán a los detallistas sobre el estatuto.