26 de febrero de 2009
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El presidente Barack Obama instó a los líderes del Congreso a restablecer nuevas y más severas regulaciones para la industria financiera, a fin de prevenir futuras crisis y de proteger a los consumidores. Obama convocó a una nueva responsabilidad, transparencia y confianza en los mercados financieros. Entre sus principios principales para la legislación, dijo, está que el gobierno supervise mejor la magnitud y alcance de los riesgos que corren las instituciones financieras. El presidente hizo sus declaraciones el miércoles, luego de reunirse con los principales demócratas y republicanos en las dos comisiones de la Cámara de Representantes y del Senado, quienes tendrán a su cargo la redacción de las leyes en la materia. Un punto central de la nueva iniciativa de regulación son los instrumentos financieros no regulados, a los que se ha atribuido el derrumbe de Wall Street durante los últimos meses. Y mientras la Casa Blanca ha comenzado a someter a "pruebas de estrés" a los bancos estadounidenses para juzgar su solidez y supervivencia en caso de que empeore la recesión, surgieron nuevas pruebas de que ha empeorado el mercado de la vivienda y que la ventas de casas ya habitadas descendió inesperadamente el mes pasado al nivel más bajo en casi doce años. Los reguladores bancarios esperan analizar las condiciones financieras de Citigroup Inc., Bank of America Corp. y más de 10 bancos que recibieron miles de millones de dólares del Departamento del Tesoro dentro de un plan de rescate de 700.000 millones de dólares. Las pruebas, que deberán estar completadas para fines de abril, ayudarán a los reguladores a decidir si los bancos cuentan con capital suficiente _ y en la proporción adecuada _ para capear sacudidas económicas en los próximos dos años. Las pruebas ayudarán a los reguladores a decidir si los bancos necesitarán más ayuda para aumentar el crédito consumidor, un ingrediente clave en el repunte económico. Funcionarios del Departamento del Tesoro dijeron el miércoles que habrá nuevo apoyo financiero para los bancos con la compra por parte del gobierno de acciones preferenciales de sus acciones, convertibles a títulos comunes a un descuento del 10% de su precio antes del 9 de febrero. Las acciones preferenciales conllevarán un dividendo del 9% y serán convertibles a opción del banco, pero sujetas a la aprobación regulatoria. La opción de convertir las acciones preferenciales a acciones comunes es un cambio en el plan de rescate destinado a dar mayor confianza a los mercados financieros. En el sector de la vivienda, la Asociación Nacional de Corredores de Bienes Raíces dijo el miércoles que la ventas de casas de segunda mano bajó el mes pasado un 5,3% a un ritmo anual de 4,49 millones, de 4,74 millones de unidades en diciembre. Fue la cifra más débil desde julio de 1997 y muy superior al leve aumento de las ventas pronosticado por los economistas. El precio medio cayó a 170.300 dólares, respecto de 199.800 dólares hace un año. Fue el precio más bajo desde marzo del 2003 y la segunda baja más pronunciada en los anales económicos del país. A Wall Street no le gustó la noticia. El promedio industrial del Dow Jones , que había perdido unos 85 puntos antes del informe, cayó más de 150 puntos en la contratación de la mañana. Cerró con un decremento de poco más de 80 unidades El presidente Barack Obama reclamó una fuerte regulación y supervisión del sector financiero para recuperar la confianza en los mercados. En su discurso, el presidente exhortó al Congreso a aprobar "reglas de juego" que prevengan futuras crisis y exijan rendición de cuentas a los directivos financieros. Obama se reunió con el secretario del Tesoro Timothy Geithner y dirigentes demócratas y republicanos de las comisiones de ambas cámaras encargadas de redactar las regulaciones. Mientras tanto, el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke regresó al Capitolio el miércoles por segundo día consecutivo, esta vez para comparecer ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes para explicar el polémico plan de rescate bancario gubernamental.