25 de febrero de 2009
El Vocero
La crisis económica y financiera ofrece grandes oportunidades al crimen organizado, que, por su estructura flexible, tiene gran capacidad para adaptarse al nuevo entorno, advirtió en Londres el periodista especializado Misha Glenny. En una conferencia en Chatham House, también conocida como Real Instituto de Asuntos Internacionales, Glenny explicó que las bandas de todo el mundo están identificando las necesidades de los consumidores y llenando los huecos en el mercado. "Desde el recrudecimiento de la crisis el pasado octubre, han proliferado las falsificaciones de productos (como DVDs) e incluso préstamos y ayuda financiera a particulares e incluso instituciones, a cambio de intereses exorbitantes", afirmó el autor de "McMafia: A journey through the global criminal underworld" (2008). Como ejemplo de lo "flexible y descentralizada" que es la estructura del crimen organizado -lo que le permite adaptarse a los tiempos y evadir a las autoridades-, el autor mencionó el caso de Colombia, donde el arresto y encarcelamiento de narcotraficantes no ha tenido efectos en los precios de la droga en Estados Unidos o Europa. Según Glenny, ex corresponsal en Europa Central para el periódico "The Guardian" y la BBC, la actividad del crimen organizado "ha tenido un impacto significativo en la economía durante los últimos veinte años" y se calcula que actualmente es responsable del 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial. Con la caída del comunismo y la implantación de la globalización, la región de los Balcanes surgió como nuevo gran centro de producción, distribución y venta al detalle, sobre todo hacia la Unión Europea (UE), un mercado de gran poder adquisitivo donde "había apetito por las drogas, las mujeres y el tabaco", apuntó. Los delincuentes en los países de Europa del Este y la antigua Unión Soviética se beneficiaron de la falta de regulación y la poca fuerza del imperio de la ley en esas zonas y en muchos casos lograron infiltrarse en los órganos de Gobierno. "El capitalismo permitió al crimen prosperar en el corazón de la economía global", aseguró Glenny. Según el periodista, "cuanto más cerca se está de los centros de producción (como en el caso de Colombia, Afganistán o Congo), más importante es para las bandas capturar o semicapturar los órganos del Estado". Glenny subrayó que, por ese motivo, la lucha contra la corrupción es fundamental para erradicar ese tipo de crimen, lo que no se ha hecho con la fuerza necesaria en Italia contra la mafia. Criticó también la decisión del ex primer ministro británico Tony Blair de detener una investigación por corrupción a la empresa británica de defensa BAE Systems por supuestos sobornos a Arabia Saudí, ya que ello dio mal ejemplo a países como Nigeria o China, que ahora podrán refugiarse en sus intereses nacionales. En la actual crisis, prosiguió Glenny, las bandas explotan "las lagunas legales y las diferentes jurisdicciones de los países" para cometer sus delitos financieros, que han sustituido en parte al antiguo tráfico de mujeres o cigarrillos. Para acabar con ello, propone cuatro elementos que requieren una visión global: terminar con los paraísos fiscales que facilitan el lavado de dinero, legalizar las drogas para que el Estado tenga un mínimo control, combatir el proteccionismo pues los criminales se benefician de las discrepancias legales entre países e invertir más en la lucha contra el crimen organizado, sobre todo el cibernético.