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  Por el libro
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5 de febrero de 2009

El Nuevo Herald

Las declaraciones de quiebra personal en Estados Unidos aumentaron 34 por ciento en enero según el agravamiento de la crisis económica empuja a muchos a buscar el amparo de la justicia ante los acreedores.

Las declaraciones de quiebra individual treparon a 88,773, un aumento de más de un tercio respecto del año previo y 4.5 por ciento más que las 84,926 declaraciones en diciembre, según un informe del Centro Nacional de Investigación de Quiebra.

Las familias estadounidenses enfrentan hoy una gran tensión financiera, dijo ayer en un comunicado Samuel Gerdano, director ejecutivo del American Bankruptcy Institute, un grupo comercial con sede en Alexandria, estado de Virginia, que distribuyó el informe. Para muchos, la quiebra parece ser la mejor opción.

El grupo, que estudia tendencias en materia de bancarrota y educa a profesionales, prevé más de 1.4 millones de declaraciones de quiebra por parte de consumidores en el 2009. En el 2008, hubo 1.06 millones de tales declaraciones de quiebra, frente a 801,840 en el 2007.

La confianza del consumidor estadounidense cayó al mínimo nivel jamás registrado en enero conforme se acumularon los despidos y los valores de las viviendas continuaron cayendo. El índice de confianza del Conference Board descendió a 37.7, la peor lectura desde que comenzaron los informes mensuales en 1967, dijo el 27 de enero el grupo de investigación con sede en Nueva York.

Por separado, la Oficina de Censos de Estados Unidos dijo ayer que 19 millones de casas, una cantidad sin precedente, estaban vacantes en Estados Unidos al final del 2008, y el servicio de datos inmobiliarios Zillow.com informó que el mercado residencial de Estados Unidos perdió $3.3 billones en valor el año pasado.