5 de febrero de 2009
El Nuevo Herald
CUANDO CIRCUIT City anunció el cierre de todas sus actividades se estremecieron otras industrias, desde los dueños de grandes centros comerciales hasta los abastecedores de teconología y los medios de difusión. Circuit City finalmente desaparecerá cuando sus últimas 567 tiendas cierren este año, pero la bancarrota del segundo mayor detallista de equipos electrónicos del país va a reverberar a través de la economía de Estados Unidos durante años. En su estela quedarán 18.71 millones de pies cuadrados de espacio vacante en un ya debilitado mercado inmobiliario. Más de 40,000 trabajadores quedarán desempleados, incluyendo los 7,000 del año pasado. Los centros comerciales perderán el dinero del alquiler. Los abastecedores perderán espacio de exhibición. Los periódicos que ya están luchando con la merma de los ingresos por anuncios tendrán uno menos en sus ediciones dominicales. Circuit City es mucho más grande que ningún otro detallista que haya quebrado en la actual recesión. La cadena debe casi $625 millones a sus 30 mayores acreedores no asegurados, la mayoría de ellos los que le suministraban los DVD, los televisores de pantalla plana y los audífonos que aparecían en sus mostradores. Ahora tiene que esperar hasta que acreedeores asegurados, como los prestamistas bancarios, sean satisfechos. Esto está golpeando a los fabricantes de equipos electrónicos cuando menos pueden permitírselo. A Hewlett-Packard, que está rebajando 8 por ciento de su fuerza de trabajo tras una gran adquisición, le deben casi $120 millones. A Samsung, que publicó su primer trimestre de pérdida el pasado viernes, le deben unos $115 millones. Y a Sony, que vio bajar sus ganancias netas en 95 por ciento en el trimestre de octubre diciembre, le deben $60 millones. Negocios más pequeños también serán afectados. Como Scott Brown, por ejemplo, un fotógrafo que había trabajado para las oficinas corporativas de Circuit City en Richmond, Va., durante dos años sacando fotos de personas y productos para los anuncios de la compañía. Ese trabajo llegó a representar un 25 por ciento de su negocio. El hombre de 41 años entregó su último proyecto justo cuatro días antes de que la compañía presentara para el Capítulo 11. En aquel momento, Circuit City le debía casi $30,000. Brown se inscribió como un acreedor ante los tribunales y contrató a un abogado. Pero el abogado le advirtió que probablemente nunca le paguen. 'Fue un golpe enorme', dijo Brown. ``Se ha sumado a la tensión de los negocios diarios'. Las tiendas vacantes dejan un hueco enorme que los dueños de centros comerciales tienen que buscar cómo llenar. Los 18.71 millones de pies cuadrados de espacio es como el Estadio Raymond James, en Tampa, Florida - donde se jugó el Super Bowl - multiplicado por 11. Encontrar nuevos inquilinos es cada vez más difícil en lo que cadenas como Linens 'N Things, Mervyns y Steve & Barry's también cierran sus negocios. Otras compañías como Starbucks y Ann Taylor se están retirando de una era de rápida expansión. Lo que hace el problema más difícil es el tamaño de la mayoría de las tiendas de Circuit City, que oscilan entre casi 17,000 pies cuadrados en Steubenville, Ohio, a más de 66,000 pies cuadrados en El Paso, Texas. Muy pocos inquilinos detallistas requieren espacios tan grandes, dijo Nick Vedder, analista de Green Street Advisors. 'Las grandes tiendas son uno de los elementos más importantes de cualquier centro comercial', dijo Vedder. ``Traen el tráfico, son la corriente sanguínea de los otros inquilinos, que se apoyan en ellos para atraer clientes a las tiendas'. El proveedor de teléfonos celulares Verizon y la compañía de cable Comcast, que operaban cientos de tiendas dentro de las tiendas de Circuit City, tendrán que pagar para cerrarlas y decidir qué hacer con los empleados que trabajaban allí.