3 de diciembre de 2008
El Nuevo Herald
Los enormes descuentos atrajeron a los consumidores a las tiendas durante el fin de semana del Día de Acción de Gracias, aunque las compras fueron moderadas y aparentemente será una temporada navideña de bajas ventas. Los comerciantes enfrentan un gran reto el resto de la temporada ante los problemas económicos de los consumidores, y se espera que este diciembre sea uno de los de menores ventas en décadas. Los negocios minoristas de la nación -que desde mediados de septiembre han sufrido su más dramático descenso en el gasto de los consumidores en varias décadas en medio de una creciente crisis financiera-, abrieron sus tiendas desde la medianoche del jueves a la espera de que los compradores se presentarían a los remates de la madrugada. Las multitudes sí llegaron, pero los analistas dicen que fue en menor cantidad que el año pasado y, de acuerdo con algunas versiones, las ventas bajaron el resto del fin de semana. Los compradores prefirieron adquirir productos en remate y más prácticos, en momentos en que se preocupan por los posibles despidos, la reducción del crédito y el descenso en los ahorros para jubilación. Inclusive las compras por internet, que otrora eran un punto fuerte en las ventas al por menor, también han sido afectadas por los problemas económicos en meses recientes. ComScore, una empresa de investigación de internet, informó el domingo que los gastos en línea subieron un modesto 2% el día de Acción de Gracias y el viernes con respecto a la misma fecha el año pasado. "He tenido que recortar mi presupuesto a la mitad. Por lo general tengo un límite de gasto de 50 dólares por persona, pero este año he tenido que reducirlo a 25 dólares", comentó Laura Bentley, de Miami, mientras hacía compras el sábado en el centro comercial Dolphin Mall. El resultado preliminar de las ventas, según divulgó ShopperTrak RCT, una firma investigadora que registra el total de ventas minoristas en más de 50.000 establecimientos, subió un 3% a 10.600 millones de dólares el viernes con respecto a hace un año. Manno y Poun Sam, que acababan de comprar juguetes en un Wal-Mart, en los suburbios de Houston el sábado, dijeron que trataban de mantenerse dentro de un presupuesto de 500 dólares. "No compramos nada elegante", destacó Manno Sam, un obrero fabril. "No nos alcanza".
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