17 de octubre de 2005
Los trabajos en el Tribunal de Quiebras estarán suspendidos hoy por motivo del estreno, también hoy, de la nueva Ley de Quiebras, la que provocó una avalancha de radicaciones durante las últimas dos semanas de personas que querían evitar las dificultades que trae el nuevo estatuto.La carrera provocó que el tribunal recibiera 1,800 casos nuevos en los primeros 13 días de octubre. "Es casi el doble de lo que usualmente se radica en el período de un mes, y no ha pasado un mes completo", comentó la subsecretaria del tribunal, Wilma Jaime de Jesús.En Estados Unidos, la histeria llevó a que la semana pasada se radicaran 102,863 casos en contraste con los 30,000 semanales que se han registrado por los últimos cuatro años, según la empresa Lundquist Consulting.La suspensión de los trabajos responde a la última fase de la conversión del programa electrónico de radicaciones del tribunal para ajustarse a las exigencias de la ley nueva, aseguró el juez presidente del Tribunal de Quiebras, Gerardo Carlo, el viernes durante un seminario que realizaron la Asociación de Abogados de Quiebras de Puerto Rico y el Colegio de Abogados.Gran parte de la comunidad legal de quiebras en la Isla, abogados, jueces y síndicos, se encerraron durante todo el día con dos conferenciantes invitados para aclarar dudas sobre el estatuto que estuvo vigente hasta ayer a medianoche. Los primeros casos bajo la ley oficialmente llamada "Ley de Prevención del Abuso de las Quiebras y de la Protección del Consumidor" se radicarían mañana por la suspensión de hoy.Los cambios incluyen nuevas reglas para el tribunal, revisión de formato en los formularios y un aumento en los costos de radicación, explicó el juez.Radicar una solicitud bajo el Capítulo 7, que es el que provee para la liquidación de los activos, costará $274, y una solicitud bajo el Capítulo 13, el más común en Puerto Rico y el que provee para planes de pago y reorganización de los activos, costará $184."La ley es más compleja, es más costoso preparar los casos ahora", comentó Carlo al tiempo que aseguró que los jueces y el personal del tribunal están preparados. La ley está diseñada para hacer más difícil la radicación de los Capítulo 7, pero afecta también a los 13 y a los que hoy son 13 y que podrían requerir un cambio a 7. A pesar de los adiestramientos, la incertidumbre sobre algunas áreas importantes será la orden del día bajo el nuevo esquema."La gente que ha obtenido el mejor adiestramiento han sido los abogados de deudores, los abogados de acreedores y los síndicos. Los que han tenido la menor cantidad de adiestramiento probablemente sean los jueces", dijo el conferenciante, autor y síndico de Capítulo 13 Henry E. Hildebrand.El instructor aseguró que los cambios en la ley benefician a aquellos acreedores de deudas domésticas, como pensiones, y a los que dan préstamos automotrices, pero no benefician a los proveedores de servicios médicos y tampoco, sorprendentemente, a las compañías de tarjetas de crédito.-Pero, las tarjetas de crédito fueron las que dieron el dinero para cabildear a favor de la ley.-Sí, pero no la leyeron. Es una ley bien complicada que va a dejar a las compañías de tarjetas de crédito en muy mal estado. El dinero que recobran en el procedimiento de quiebras va a bajar.A los consumidores puertorriqueños, que optan principalmente por el capítulo 13 en vez del 7, Hildebrand les recomendó que sean más cuidadosos con su papeleo de contribuciones, con los recibos de gastos excepcionales que tengan, como los médicos, y con sus talonarios de pago porque ahora se requiere ser más riguroso en la presentación de todos esos documentos para poder acogerse a la protección de la ley.