18 de abril de 2006
El nuevo plan de cobertura de medicamentos del Medicare ha ocasionado grandes dificultades para las farmacias del país por su complejidad, y ha colocado a muchos de los establecimientos independientes en peligro por lo tarde que reciben los reembolsos de los seguros que administran el programa, afirmaron representantes del gremio.Los farmacéuticos se quejan de que es sumamente complicado navegar dentro del nuevo sistema semiprivado del plan D, que tarda mucho más tiempo en pagar las medicinas que adquieren los beneficiarios en sus establecimientos.Si no se hace algo al respecto, aseguraron los representantes del gremio, muchas farmacias independientes tendrán que cerrar.'Algunas farmacias ya están pensando en cerrar sus puertas, y otras han tenido que pedir préstamos bancarios', aseveró Carol Cooke, vocera de la Asociación Nacional de Farmacéuticos Comunitarios (NCPA).Al igual que la NCPA, la Asociación Nacional de Cadenas de Farmacias (NACD) aseguró que no para de recibir quejas de sus afiliados.'Es una situación bastante grave, sobre todo para las farmacias independientes', acotó José Navarro, presidente de las farmacias Navarro, miembro de la junta de la NACD. ``Nosotros estamos en mejor posición para enfrentar los retrasos, pero, para farmacias individuales, esto tiene que ser bastante difícil de llevar'.El retraso en los pagos se produce principalmente en los clientes que antes tenían cobertura de medicinas bajo Medicaid, los cuales fueron transferidos automáticamente al nuevo plan.Según NCPA, el reembolso por la venta de estas medicinas solía tardar una o dos semanas a lo sumo bajo Medicaid. Con el plan D, afirman los farmacéuticos, los pagos pueden demorarse hasta dos meses.El nuevo beneficio es administrado por planes de salud privados subsidiados por Medicare, los cuales tienen contratos con las farmacias.Los funcionarios de Medicare han dicho que ayudarán a las farmacias a imponer los términos de los contratos, pero advirtieron que éstas son responsables por los acuerdos que acepten.'Las farmacias tienen contratos con las aseguradoras, no con el Centro de Servicios de Medicare, pero ellos nos piden ayuda a nosotros', aseveró Roger Pérez, administrador interino del centro.Sin embargo, los farmacéuticos aseguran que no tenían opción a la hora de aceptar contratos o no, porque las aseguradoras tomaron una actitud de 'todo o nada' a la hora de negociar. También se han encontrado con que los reembolsos son menores a los que obtenían anteriormente.Todo eso a pesar de que han recibido elogios por su comportamiento tras la entrada en vigor del nuevo beneficio.El secretario de Servicios Humanos y Salud, Michael O. Leavitt, afirmó que los esfuerzos de los farmacéuticos habían sido ``heroicos'.En muchos casos, las farmacias han tenido que entregar un suministro de medicamentos de emergencia a sus clientes, sin ninguna seguridad de que obtendrían un reembolso.Las quejas de las farmacias se unen a la confusión que aún reina entre buena parte de sus beneficiarios.Una encuesta de casi 6,000 farmacéuticos elaborada por el Concejo Nacional de Ejecutivos de Asociaciones de Farmacias Estatales (NCSPAE) reveló que, aunque los problemas causados por la Parte D se habían reducido, muchos aún encaran más de cinco dificultades diariamente, y que cada una les toma más de 20 minutos resolver.Las complicaciones incluyen el no poder contactar a las aseguradoras que ofrecen la cobertura, falta de información del gobierno, y no obtener datos necesarios sobre la cobertura de un paciente.'La responsabilidad de implementar el plan ha caído sobre los hombros de los farmacéuticos', aseveró Cooke. ``Nuestros profesionales pierden mucho tiempo tratando de aclarar la confusión'.Pérez admitió que su departamento no esperaba tantos problemas en las farmacias, y agregó que creía que las trabas iniciales ya se habían resuelto.'No estábamos preparados para tantas dificultades, pero estamos dispuestos a trabajar con las farmacias que lo necesiten', aseveró Pérez. ``Pero no podemos solucionar todos los problemas'.