25 de abril de 2006

Washington, 25 abr (EFE).- El presidente de EEUU, George W.

Bush, anunció hoy la suspensión temporal de los depósitos a la reserva estratégica de petróleo del país para que haya más crudo disponible para los consumidores.

El anuncio del presidente forma parte de una serie de medidas para hacer frente al fuerte alza del precio de la gasolina, que según el Gobierno se encuentra en su cuarto valor más alto de la historia, y que amenaza con afectar a la popularidad de Bush.

"La reserva estratégica es lo suficientemente grande como para funcionar durante unos meses sin hacerle depósitos", aseguró el presidente.

La interrupción se prolongará hasta el "próximo otoño" en el hemisferio norte, explicó, tras poner de relieve que los expertos calculan que los altos precios de la gasolina se prolongarán al menos hasta entonces.

"Cada aportación, por pequeña que sea, cuenta", indicó el presidente en un discurso en Washington.

Además, el presidente ha anunciado una investigación para determinar si las petroleras están manipulando artificialmente al alza el precio de la gasolina.

"No vamos a tolerar la manipulación de los precios" de la gasolina, dijo Bush quien afirmó que el Gobierno se va a "asegurar" de que los consumidores "son tratados justamente" en las gasolineras".

También alentó a los consumidores a reducir su uso de combustible y optar por alternativas como la compra de vehículos híbridos, que a su motor a gasolina unen una batería eléctrica para reducir el gasto de petróleo, o de diesel, que consumen un 30 por ciento menos.

En este sentido, el presidente anunció incentivos fiscales este año para la compra de vehículos híbridos.

Bush también subrayó que su Administración promueve la investigación sobre fuentes alternativas de energía, como el etanol.

Según los datos oficiales del Gobierno, a lo largo de la semana pasada el precio medio de un galón (3,78 litros) de gasolina fue de 2,91 dólares, aunque ese valor sigue subiendo.

Una encuesta hecha pública el lunes por la cadena de televisión CNN indicaba que la popularidad presidencial se encuentra en el 32 por ciento, el nivel más bajo de todo su mandato, influida por los altos precios de la energía.

Según la encuesta, el 69 por ciento de los encuestados asegura que la subida les está suponiendo dificultades, frente a sólo el 28 por ciento que asegura que el alza de la gasolina no le ha reportado problemas, y un 1 por ciento que dice que no tiene opinión.