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  Por el libro
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2 de mayo de 2006

MARTES 2 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Una nueva revisión de estudios anteriores sobre el efecto que los medicamentos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tienen sobre el crecimiento de los niños concluye que, de hecho, los medicamentos sí suprimen el crecimiento en cierto grado.

Si bien el efecto encontrado fue estadísticamente significativo, uno de los autores del estudio, el Dr. Omar Khwaja, instructor de neurología del Hospital Infantil de Boston, apuntó que la supresión promedio para un niño de 10 años probablemente era de alrededor de tres cuartos de pulgada (2 centímetros) y poco más de dos libras (casi un kilo) de peso.

"Los padres necesitan saber que cuando los niños están bajo un tratamiento estimulante, aunque probablemente sea la mejor manera de tratar el TDAH, hay una posibilidad de restricción del crecimiento", señaló Khwaja. "Sus médicos necesitan prestar atención y vigilar el crecimiento de estos niños y, si disminuye con respecto a lo esperado, se debe pensar en bajar la dosis o cambiar la programación de las dosis".

Los resultados del estudio fueron presentados el lunes en la reunión anual de las Pediatric Academic Societies en San Francisco.

Se calcula que hasta el 5 por ciento de los niños estadounidenses padecen de TDAH, según el National Institute of Mental Health. Los síntomas principales son incapacidad para prestar atención, conducta hiperactiva e impulsividad. El tratamiento estándar es con medicamentos estimulantes, como Ritalin y Adderall. Parece contrario a la intuición, pero estos medicamentos tienen un efecto calmante sobre los niños que tiene TDAH y les ayuda a concentrarse.

Sin embargo, al igual que con cualquier medicamento, hay efectos secundarios potenciales. Un efecto secundario sospechado es la supresión del apetito, que se cree que puede tener un efecto sobre el peso de un niño y posiblemente sobre su estatura. El Dr. David W. Goodman, profesor asistente del departamento de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, aseguró que el problema de si estos medicamentos contribuyen o no a la supresión del crecimiento se ha discutido por 35 años.

Para tratar de ponerle fin al debate, Khwaja y sus colegas revisaron la literatura en busca de estudios sobre los medicamentos para el TDAH y sus efectos secundarios. Encontraron 22 estudios que consideraron que tenían una metodología válida y de calidad.

Reunieron los datos de estos estudios y encontraron que, de hecho, sí había un efecto sobre la estatura y el peso mientras los niños tomaban los medicamentos.

"Hubo un efecto significativo sobre el crecimiento tanto para la estatura como para el peso durante la duración del tratamiento", aseguró Khwaja.

Lo que no puede determinarse de este estudio, apuntó, es si estos cambios son duraderos o si los niños compensan cuando dejan de tomar los medicamentos, o si pueden compensar a medida que se hacen mayores.

Goodman agregó que otros estudios han demostrado una supresión de la estatura de alrededor de media pulgada (1.3 cm.) y que, a largo plazo, los niños sí compensan.

Apuntó que una limitación del nuevo análisis era que no separó los datos de la supresión a corto y a largo plazo.

Lo que los padres necesitan considerar, aconsejó Goodman, "es si la mejora de la calidad de vida es suficiente para asumir el riesgo posible de una ligera supresión del crecimiento. Para la mayoría, mi impresión es que los padres y los niños aceptarían ese riesgo".

"Estos medicamentos son sorprendentemente útiles", continuó. "Pongamos este riesgo en contexto con los tremendos beneficios que pueden obtenerse. Para los padres que son renuentes a poner a los niños y adolescentes a tomar medicamentos, sugiero un intento de un par de semanas o meses. No hay que comprometerse con un medicamento. Para la mayoría, cuando utilizan los medicamentos, la mejoría es tan dramática que raras veces los dejan".

Tanto Goodman como Khwaja afirmaron que cambiar el momento de la administración de los medicamentos podría hacer una diferencia en la supresión del crecimiento. Goodman afirmó que administrar el medicamento después de una comida podría ayudar a eliminar la supresión del apetito. Y Khwaja apuntó que algunas personas sólo le dan los medicamentos a sus niños cuando tienen que poder concentrarse y sentarse tranquilos, como cuando están en la escuela.

"Limitar el tiempo que toman medicamentos podría causar un efecto menor".

Khwaja agregó que considera que se necesitan más estudios sobre este tema y que se debería realizar un ensayo prospectivo para evaluar los efectos a largo plazo de estos medicamentos sobre el crecimiento de los niños.