19 de junio de 2006
No hay que entrar enmascarado a un banco con pistola en mano. No hay que ir armado ante un conductor y amenazarlo de muerte si no entrega las llaves del auto.El robo de identidad, el delito de más rápido crecimiento en Estados Unidos y a ritmo ascendente en Puerto Rico, no conlleva el riesgo de captura tan alto que otros crímenes más tradicionales implican, pero en muchos casos logra mejores resultados."Lo que pasa es que puedes obtener dinero rápido con un crimen que tiene un riesgo leve. No estás tan expuesto como lo está un asaltante o como una persona que se roba un carro", dijo José Laureano, inspector postal en la oficina de Puerto Rico y quien ha procesado casos de robo de identidad en y fuera de la Isla.El Servicio de Inspectores Postales, agencia pionera en este tipo de investigación porque gran parte de los fraudes implican uso del correo, señala que el año pasado unos 9.9 millones de estadounidenses fueron víctimas de robo de identidad, lo que acarreó pérdidas aproximadas de $5,000 millones.En Puerto Rico, el robo de identidad también ha incrementado a un ritmo que las autoridades antifraude catalogan como "preocupante".Mientras que el Servicio de Inspectores Postales recibió 17 querellas por robo de identidad durante todo 2005, en lo que va de este año tienen ante su consideración un promedio de 21 querellas al mes.Pero aunque el robo de identidad podría parecer una vertiente lucrativa para el ladrón profesional que no quiere ser capturado, las autoridades federales y estatales -con un rol protagónico de la banca privada- pretenden eliminar o por lo menos reducir la incidencia de este tipo de delito."Yo entiendo que el porcentaje de la posibilidad de que te agarren es alto y va a aumentar más todavía", indicó Laureano, quien apuntó hacia los esfuerzos conjuntos de la Asociación de Bancos y agencias como el Servicio de Inspectores Postales como una incipiente infraestructura antifraude.Los esquemas para robarle la identidad a un individuo varían en complejidad y propósito: pueden ser tan simples como hurtar la correspondencia del buzón, o tan elaborados como emplear personal especializado que envíe correos electrónicos con logotipos de instituciones reconocidas para hacerle creer que proveerá su información a alguien confiable.La meta suele ser obtener dinero a cuesta suya mediante tarjetas de crédito, pero el robo de identidad también sirve para conseguirles visas y adelantar trámites fraudulentos de ciudadanía a inmigrantes indocumentados.El Servicio Secreto del Gobierno federal, una agencia a la cual se le asocia principalmente con la protección del presidente y vicepresidente estadounidenses, también es parte de la red de entidades que están concentrando cada vez más recursos para combatir el robo de identidad.Robert Meléndez, agente residente a cargo del Servicio Secreto en Puerto Rico, explicó que esa agencia intenta descifrar el cuadro amplio del robo de identidad y las organizaciones criminales que están detrás de ello."Nosotros tratamos de analizar el cuadro más amplio", dijo Meléndez.Meléndez advierte que una nueva modalidad para el robo de identidad se conoce como phishing, un esquema en el que los timadores utilizan ilícitamente el logotipo de una institución bancaria para hacer creer a un consumidor que está recibiendo información u ofertas de esa entidad.El consumidor entra a la dirección que le indica el correo electrónico con los logotipos falsificados y provee su información, con la cual se le roba la identidad y se adquieren tarjetas de crédito a su nombre.Meléndez recomienda que si usted recibe un correo electrónico o una llamada de una entidad financiera, acuda directamente al lugar de información de la empresa u origine usted la llamada. También señala que no debe hacer "copy-paste" a la dirección que le indica el correo electrónico porque lo conducirá a un lugar inseguro en la red.El agente fue fiel al calificativo "secreto" que la agencia que representanta lleva en su nombre: no quiso divulgar la cantidad de personal dedicado a combatir el robo de identidad ni establecer cuántos recursos tienen designados para esa tarea.Pero consignó que "ha aumentado mucho este tipo de delito en Puerto Rico" y que el Servicio Secreto -junto a un abanico de agencias federales y estatales que incluye Aduana, el FBI, el Servicio de Inspectores Postales y la Policía- están más pendientes que nunca antes tanto a las simples formas de robo de identidad como a las más complejas, que conllevan todo tipo de recursos tecnológicos y personal adiestrado.