28 de junio de 2006
La ayuda a las víctimas del huracán Katrina ha dejado una estela de fraude, mal uso de los fondos y errores graves de una burocracia inútil, a un nivel increíble en la historia moderna, que ha costado a los contribuyentes $2.000 millones. Por ejemplo, dice The New York Times, el propietario de un hotel en Sugarland, Texas, ha sido acusado de presentar cuentas por $223 mil por alojamiento de víctimas inexistentes. También está el caso de mil 100 presos en la zona de la costa del Golfo que aparentemente recibieron $10 millones en ayuda para alquileres y otras asistencias. La lista incluye a los burócratas que ordenaron casas móviles, por casi mil millones de dólares, que aún están vacías, y la renovación de una ex base del Ejército en Alabama, para recibir a víctimas, que costó $418 mil por persona evacuada. Y una mujer de Illinois trató de obtener dinero del gobierno federal diciendo que dos hijas, que nunca existieron, se ahogaron en Nueva Orleáns. La lista de actos innobles vinculados con Katrina ha sido preparada usando auditorias del gobierno, procesos judiciales e investigaciones del Congreso, puede crecer debido a que las investigaciones continúan. Incluso en Washington, ciudad acostumbrada al exceso de gastos gubernamentales, estas cifras dejan a la gente atónita. La senadora Susan Collins, R-Maine, que preside el Comité de Seguridad Interior y Asuntos Gubernamentales, dijo que ?el descaro y la audacia de las maniobras, el volumen del desperdicio, simplemente lo deja a uno sin aliento?. Algo de esto se temía poco después de que se aprobó el primer paquete de ayuda a las víctimas de Katrina cuando funcionarios de la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y de la Cruz Roja, reconocieron que sus organizaciones estaban abrumadas y que estaban tratando de crear sobre la marcha nuevos mecanismos. La subdirectora interina de FEMA, Donna Dannels, dijo a un panel de la Cámara de Representantes, ?en realidad pusimos en marcha procesos que nunca habían sido usados antes y que no habían sido probados. Resulta claro que debido a que no habían sido probados estaban más expuestos a los errores y al fraude?. Los problemas en los programas individuales de ayuda de FEMA se notaron primero en octubre del 2004 cuando el diario South Florida Sun Sentinel, informó que miles de residentes del Condado Miami-Dade, estaban recibieron ayuda luego del huracán Frances, pese a que la tormenta afectó a una zona a 100 millas al note. FEMA terminó pagando $31 millones en el condado. Ese dinero fue usado por gente que no había sufrido daños para comprar muebles, ropas, televisiones y artefactos electrodomésticos. Luego de Katrina se detallaron más de $170 millones en fraude y desperdicios. Luego de un estudio de los pagos realizados luego de Frances, el diario descubrió más de $350 millones en desperdicio y fraude del programa de ayuda para desastres de FEMA, Funcionarios en Washington dijeron que reconocen que en cualquier gran desastre es inevitable un cierto monto de fraude o de pagos indebidos ya que la misión primaria del gobierno es distribuir rápidamente ayuda de emergencia. Usualmente se envían pagos excesivos que representan del 1 al 3 por ciento del total de la ayuda y luego se pide a la gente que devuelva ese dinero. Lo que no se había considerado cuán grande podía llegar a ser ese monto, dice el Times. Los $2.000 millones (2 billones) que se estima sumaron el fraude y el desperdicio representan casi el 11 por ciento de los $19.000 millones gastados por FEMA en Katrina y Rita hasta mediados de este mes, o sea aproximadamente el 6 por ciento del dinero afectado. ?Todo comenzó como un programa reasistencia pero se transformó en una vaca lechera?, dijo el representante Michael McCauk, R-Texas, que preside un panel de la Cámara de Representantes que investiga en fraude en el caso de Katrina. La Oficina de Auditoria del Gobierno, estimó, a principios de este mes, que quizás hasta el 21 por ciento de los $6 mil 300 millones pagados directamente a las víctimas han sido distribuidos indebidamente.