Inicio  








  Por el libro
Bookmark & Share

21 de julio de 2006

¿Qué creer?

Hay tres métodos para realizar un estudio científico que pueda determinar si algo es o no cancerígeno: ensayos con animales, cultivos de células, y ensayos clínicos con personas.

En los dos primeros casos se determina directamente si un factor, como determinada sustancia o radiación, produce cáncer en el cultivo de células o en el animal. El resultado se puede extrapolar fácilmente al caso de las personas. Es mucho más complicado, sin embargo, extrapolar otros resultados, como las alteraciones del sueño, por ejemplo.

Los estudios más alarmantes sobre los móviles hablan de incrementos en riesgos de cáncer muy bajos, inferiores al 10%
En el caso de los estudios clínicos o epidemiológicos se recogen datos estadísticos. ?El cáncer se debe en un cinco por ciento de los casos a la herencia genética, y en el resto a los factores ambientales? dice Joan Climent, investigador del 'Comprehensive Cancer Center' de la Universidad de San Francisco. ?En un solo caso influyen muchos factores, y además son acumulativos. En los estudios clínicos o epidemiológicos es muy difícil aislar uno solo de todos los posibles factores de riesgo. Es necesario estudiar muchos casos, en poblaciones muy grandes y durante mucho tiempo?.

Para hacer más complicadas las cosas, el uso de teléfonos móviles se ha extendido muy recientemente, sobre todo en los últimos 10 años. Un tumor puede tardar décadas en desarrollarse, y los modelos de teléfonos, las radiaciones que emiten y la forma en la que la gente los usa cambian constantemente.

En ciencia no es posible afirmar que algo nunca va a ocurrir, lo que se llama ?probar una negativa?. No es posible por tanto probar la inocuidad de los móviles, porque siempre cabrá una posibilidad, aunque sea pequeña, de que sean un riesgo. Pero hasta el momento no se ha demostrado de modo fehaciente que sean dañinos.

Si realmente existe un riesgo, todo apunta a que debe ser pequeño; por el momento parece mucho más probable contraer cáncer por el consumo de tabaco y alcohol
Los estudios más alarmantes sobre los móviles hablan de incrementos en riesgos de cáncer muy bajos, inferiores al 10%. ?Con esos porcentajes no se puede afirmar que se trate de un solo factor?, explica Climent. ?Quizá dentro de 20 años se puedan extraer conclusiones, y quién sabe si serán un factor más, como el estrés. Pero si hubiera una relación directa entre los móviles y el cáncer, ya se habría descubierto?.

Si realmente existe un riesgo, todo apunta a que debe ser pequeño. Por el momento parece mucho más probable contraer cáncer por el consumo de tabaco y alcohol, la contaminación ambiental, los pesticidas agrícolas, o el estrés. Hay sin embargo un riesgo mucho más real: hablar por el teléfono móvil mientras se conduce y sufrir un accidente.


¿Qué hacer si todavía se está preocupado?
A pesar de que los riesgos no están demostrados, hay algunas precauciones que se pueden tomar para minimizar la exposición a las radiaciones del móvil.

Utilizar el teléfono móvil para conversaciones cortas.

Usar un dispositivo de manos libres.

Colocar una antena externa en el coche para el teléfono.

Elegir modelos de teléfono con menores emisiones.

Evitar hablar en zonas de poca cobertura, ya que aumenta la potencia emitida por el teléfono.

Restringir el uso del móvil en los niños. Si existiera algún efecto adverso, les afectaría más.

Conviene saber que los adhesivos y fundas contra radiaciones no sirven para nada, según los expertos. Tampoco el tener un cactus cerca protege contra ningún tipo de radiaciones.