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  Por el libro
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1 de septiembre de 2006

Las ventas al detal experimentaron una merma de $200 millones entre enero y mayo de este año, lo que representa ?una clara señal? de que el impuesto a las ventas de 7% pudiera no generar los ingresos esperados debido a que ?el bolsillo del consumidor está agotado?, sostuvo el economista Gustavo Vélez.

El economista advirtió que la entrada en vigor del impuesto ?puede tener el efecto de hundir más a la economía en una recesión?. Vélez indicó que la entrada en vigor del impuesto de 7% acontecerá en ?el peor momento? porque la economía enfrenta una inflación de 12%.

Señaló que la espiral inflacionaria responde a los incrementos en el precio del barril de petróleo, los altos costos de la energía eléctrica, los alimentos y el agua.

Sostuvo que en momentos en que la economía enfrenta un alto nivel inflacionario y una tasa de crecimiento casi nula, el impuesto a la venta representará un golpe impositivo adicional para los consumidores.

Vélez dijo que el mejor ejemplo del alto nivel inflacionario es que las ventas al detal para el periodo de enero a mayo del 2005 ascendieron a $14,100 millones, pero en el mismo periodo de este año no superaron los $13,900 millones, lo que representa una merma de $200 millones.

Los productos que se dejaron de vender pertenecen al reglón de los no perecederos, entre los que figuran fármacos, joyería, electrodomésticos, electrónicos, neveras, muebles, autos y piezas de autos.

?Este es el primer indicio del agotamiento del consumidor, cuyo bolsillo no aguanta más porque el poco ingreso disponible se agotó por los altos niveles inflación? dijo Vélez.

Según el economista, la merma en ventas de estos productos es un indicador de agotamiento del consumidor que pudiera tener implicaciones para los objetivos de la reforma contributiva y del impuesto a la venta.