16 de agosto de 2007
Por: El Vocero
La Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) puede tener una propiedad que le pertenece a usted o a uno de sus parientes. La OCIF tiene en custodia $139 millones que pertenecen a clientes de instituciones financieras y que no han sido reclamados. Algunos de los fondos están olvidados desde hace más de una década y si no son reclamados, irán a parar a las arcas del Gobierno.
Según explicó a EL VOCERO Alfredo Padilla, Comisionado de Instituciones Financieras, se han iniciado esfuerzos para facilitar que los dueños de ese dinero sepan de los fondos y los reclamen. La Expo Finanzas, celebrada a mediados del mes de julio en el centro comercial Plaza Las Américas, es un ejemplo de los esfuerzos de educación de la agencia. Durante esa actividad, la agencia puso a disposición de los asistentes el banco de datos de los fondos no reclamados. Más de 10,000 personas verificaron en los archivos e identificaron más $500,000 en fondos no reclamados.
"Eso fue una cosa maravillosa", comentó Padilla, que explicó el caso de una mujer que pasaba por casualidad por los alrededores de la Expo Finanzas y que casi fue obligada a hacer una búsqueda en los archivos, y descubrió que había $8,000 que le pertenecían.
A la OCIF le ha tomado varios años mecanizar los cientos de cajas almacenadas con la información del dinero olvidado. Ahora la información está disponible en Internet, para que cualquiera pueda consultarla (www.ocif.gobierno.pr/unclaimed/unclaimedmain.aspx)
El próximo paso, explica Padilla, es utilizar ese banco de datos para tratar de localizar a la gente, "porque ese dinero es del pueblo" y "la realidad es que poca gente reclama".
Por otro lado, la agencia firmó un contrato con una compañía para localizar fondos identificados con direcciones de Puerto Rico que han sido abandonados en Estados Unidos. "Fruto de esos esfuerzos hemos traído más de $20 millones a Puerto Rico", indicó Padilla.
La ley obliga a las instituciones financieras a buscar a los propietarios de ese caudal y dos veces al año deben publicar las listas de las cuentas que no han tenido movimiento durante cinco años. En caso de que los titulares de las cuentas no reclamen los fondos, las instituciones están obligadas a enviar ese dinero a la OCIF, que los custodia durante 10 años esperando que alguien los reclame. Después de ese período, los fondos no reclamados van a parar al Fondo General del Departamento de Hacienda.
Si los fondos no reclamados no estaban depositados en bancos o provienen de Estados Unidos, los derechos de reclamación no caducan.
Prácticamente todas las instituciones bancarias tienen fondos no reclamados. Más de tres cuartas partes de este capital se ha olvidado en bancos, pero también hay millones abandonados en compañías hipotecarias, de préstamos personales pequeños, de arrendamiento, de financiamiento o de corredores de valores.
Si las cuentas bancarias permanecen inactivas durante más de cinco años se consideran fondos no reclamados. Algunas de las razones para el olvido del dinero es que el titular de la cuenta fallece y los familiares desconocen la existencia de esa cuenta o porque las personas se mudan, pierden la libreta y se olvidan que dejaron una cuenta.
Pero, según otras fuentes, una de las razones principales para que no se reclamen mucho de ese dinero es la ley de herencia, que obliga a los herederos a incurrir en gastos legales considerables para lograr acceso a los fondos del difunto, que en ocasiones supera el monto de la herencia. Si no se trata de una cantidad considerable, los herederos prefieren no reclamar los fondos.