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  Por el libro
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Doctorshoper

En www.doctorshoper.com  hemos estado dándole seguimiento al Proyecto de la Cámara 2141 (P de la C 2141) para crear la ‘Ley de Impulso al reciclaje de recipientes’. Dicho proyecto de ley propone que se le haga un cargo de cinco centavos a todo envase de cristal, plástico y latas utilizados para empacar productos de consumo que luego sería reembolsado al consumidor al momento de devolver el envase a los supuestos centros de acopio. Pero en ningún sitio en la propuesta legislación incluyen dos  de los métodos de empaque cuya presencia está incrementando dramáticamente en la Isla y según los expertos son hasta más detrimental tanto al ambiente como a los sistemas de desperdicios sólidos conocidos como los ‘pouches’ y los ‘brics’. El problema que tiene el P de la C 2141 es que el mismo discrimina entre los tipos de envases. Dentro de un programa de disposición de desperdicios sólidos todos los envases son iguales al momento de llegar al vertedero o  cada una de las dos plantas de reciclaje en la Isla.

Los  envases son algunos reciclables y otros no. Los mismos se clasifican de acuerdo al nivel de reciclabilidad que posean cada uno. En mercado de envases, el aluminio es el más lucrativo con una tasa de reciclabilidad en Puerto Rico de 99%. Las botellas plásticas de agua y refrescos  son los envases de segunda mayor reciclabilidad con un 95%. Los envases platicos de aceite, detergentes entre otros son el tercer tipo de envase de mayor reciclabilidad. El cartón es el cuarto en reciclabilidad ya que muchos tienen compuestos como ceras que no son viables en el mercado del reciclaje a menos que sea cartón puro. El vidrio  en Puerto Rico tiene problemas de reciclabilidad debido a que la planta que existía cerro operaciones. Por último los empaques compuestos como ‘pouches’ y los ‘brics’ no tienen ninguna reciclabilidad. En los Estados Unidos no existe ninguna planta que recicle los ‘pouches’ y los ‘brics’  y más aun los mismos confrontan el problema de incineración ya que al contener componentes de metales causa toxicidad en el ambiente.

El P de la C 2141 carece de un mecanismo que es utilizado en Europa y es que de acuerdo al nivel de reciclabilidad es el costo de disposición. Si las latas de aluminio tienen un alto nivel de reciclabilidad pagan menos que los ‘pouches’ que no tienen prácticamente ningún nivel de reciclabilidad. El establecer un cargo igualitario de 5 centavos es discriminatorio y el mismo serviría por ejemplo, para ser utilizados por las empresas que utilizan los envases de ‘pouches’ cuales son muchos más problemáticos para disponer de los mismos por no ser reciclables.

Por ejemplo;   la  ley  vigente  de  desperdicios  sólidos  en  España  es la  ley 10/998 de  residuos junto  al  plan  nacional  de residuos  urbanos 2000 2006 claramente  dispone  que  los  envases  de  líquidos tipo  ‘pouches’  son  considerados  como  envases  para  los  fines  de  los  depósitos  por  envase; igual  que  las  latas  y las  botellas. No  hay  diferencia  en el  vertedero de  envases. Todos  son  considerados  iguales; para  efectos  de  impuestos  o  ‘depósitos’. El  proyecto  de  ley  P de la C 2141  tiene  que  reconocer  que  todo  envase  de  sea  de  plástico, cristal, cartón/plástico, tetra ‘brick’   o  metal;  es  un problema  de  disposición. Tiene  que  haber  uniformidad.

Los ‘brics’ son envases, normalmente rectangulares cual en Puerto Rico son muy comunes para envasar la famosa leche de cajita. Los mismos son  fabricados con finas capas de celulosa, aluminio y plástico (polietileno). Se utilizan para el envasado de refrescos, zumos, agua, vinos, salsas, productos lácteos y otros líquidos, por conservar bien los alimentos y tener escaso peso y una forma que facilita su almacenaje y transporte. Para su elaboración se requieren materias primas no renovables de por sí muy impactantes y consumidores de energía: el aluminio y el petróleo. A esto tenemos que añadir que para elaborar los ‘brics’, la pasta de celulosa viaja desde Escandinavia y la bauxita desde Brasil. Miles y miles de kilómetros de derroche energético y contaminación. 

Por la dificultad de separar el plástico y el aluminio no se pueden reciclar para producir nuevos ‘brics’. En Madrid tan solo se recuperan el 0’28%, con los que se fabrican objetos de poco valor. 

En este momento los productos empacados en ‘pouches’ y ‘brics’ según nos informaron conocedores en la materia toman entre 35 y 60 años de desintegrase en el vertedero, alegadamente más del doble de los recipientes incluidos en la propuesta ley.  La mayoría de los ‘pouches’ están compuesto de plástico como la capa principal con una capa de aluminio interna para proteger de los rayos de sol el contenido con el propósito de evitar la descomposición del mismo. Peor aun, los expertos indican que debido a la complejidad del ‘pouch’ los mismos no son económicamente viable para su  reciclaje.

Solo hay que ir al cualquier supermercado en la Isla para ver todo tipo de producto que está siendo envasado en ‘pouches’ desde salsa de tomate hasta detergentes. Según los conocedores del mercado este tipo de envase está siendo utilizado para poder reducir los costos de manejo y transportación de los mismos ya que pueden incluir la misma cantidad de contenido en un empaque más liviano.

Si la tendencia del mercado es que el sector de empaque se está moviendo a los ‘pouches’ y  ‘brics’ siendo los  mismos  más detrimentales al ambiente que también paguen  como los demás empaques incluidos en el Proyecto de la Cámara 2141 pero de acuerdo a su nivel de reciclabilidad.

Algo que nos causó suspicacia en www.doctorshoper.com cuando leímos el P de la C 2041 fue la no inclusión de los envases de los ‘pouches’ y los ‘brics’. Sera que alguien está detrás del mismo con el único propósito de obtener una ventaja competitiva contra los envases de cristal, plástico y metal, ya que toda su operación de empaque de sus productos está basado en los ‘pouches’. Esa es la pregunta.

En www.doctorshoper.com respaldamos toda iniciativa de reciclaje para mejorar el ambiente de nuestra Isla. También nos brinda suspicacia el silencio cómplice de los ambientalistas al no ser consistentes en la defensa del ambiente al no incluir los empaques de los ‘pouches’ y los ‘brics’ en la medida. Lo que no podemos respaldar es el utilizar la causa para vendetas mercantilistas.