7 de febrero de 2012
Google
Madrid, 7 feb (EFE).- El Banco Santander y el BBVA tendrán que incrementar sus provisiones en 2.300 y 1.360 millones de euros, respectivamente, para cumplir la reforma financiera aprobada este viernes por el Gobierno español, con la que se busca sanear los activos de la banca española ligados al sector inmobiliario.
Las dos entidades, con gran presencia en Latinoamérica, informaron hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de cuál será el impacto que tendrá en sus cuentas el nuevo esfuerzo de saneamiento que establece la reforma financiera.
El pasado viernes, el Gobierno español aprobó una reforma financiera que obligará a la banca española a provisionar 50.000 millones para sanear su exposición a los activos inmobiliarios.
El Banco Santander informó hoy de que tendrá que dotar 2.300 millones de euros más en provisiones para cumplir con la reforma financiera, que le exige cubrir en total 6.100 millones de euros para todo el Grupo en España.
En un comunicado, el Banco Santander explicó que esos 2.300 millones de euros adicionales que necesita estarán cubiertos este año.
La nueva normativa exige al Grupo presidido por Emilio Botín que eleve sus provisiones en 4.100 millones de euros -de los que ya cargó 1.800 millones contra los resultados de 2011- y que mantenga una reserva de capital de otros 2.000 millones, que están cubiertos con el excedente de capital ya existente en el Grupo.
Los restantes 2.300 millones de euros se cubrirán contra las plusvalías que se obtengan durante el año, de los cuales 900 millones proceden de la plusvalía anotada con la venta de Banco Santander Colombia, y los 1.400 millones restantes se cargarán a otras plusvalías y dotaciones ordinarias del ejercicio 2012.
De la cifra total de 50.000 millones de euros, el 8 %, 4.000 millones de euros, corresponde al BBVA, de los que 2.800 millones se cargarán con cargo a resultados, y el resto irá con cargo al capital.
De los 2.800 millones que irán con cargo a resultados, el BBVA ya ha anticipado una parte con la utilización de las provisiones genéricas que atesoraba y con las provisiones que ya había presupuestado para este año antes de que se aprobara la reforma financiera.
De esta manera, el impacto final en los resultados netos de este año será de 1.360 millones, lo que supone en comparación casi la mitad de los beneficios que el BBVA tuvo el año pasado, y que fueron de 3.004 millones de euros.
En una comunicación a la CNMV, el banco que preside Francisco González aseguró que asumirá este impacto "con holgura, gracias a la recurrencia y resistencia de nuestros resultados".
Indicó también que este esfuerzo no impactará en su política de dividendos, ni en las medidas que ha puesto en marcha para cumplir con los nuevos requerimientos de capital que establece la Asociación Bancaria Europea (ABE).