A Bianca Minely Escotto Morales no le sorprende que, tres años después de haber obtenido su bachillerato, aún no consiga empleo en el campo que estudió. “Es algo muy común. Hay gente que se graduó conmigo y que siguen estudiando porque no encuentran trabajo en lo que estudiaron”, comentó.
Hasta el momento, su grado universitario en comunicaciones y mercadeo no le ha servido de mucho, pues solo le han ofrecido internados sin paga, pues no cuenta con experiencia en ese campo. “No hay salida para muchas profesiones. Hay muchos campos saturados. No es algo que te dicen en la universidad cuando estás estudiando”, sostuvo la joven de 27 años, quien actualmente labora como mesera.
Lamentablemente, Bianca Minely no está sola. Mientras miles de jóvenes realizan grandes sacrificios para completar carreras largas y potencialmente lucrativas, el mercado de empleos mayormente está produciendo ocupaciones para las que se requiere poca o ninguna preparación y que son de baja paga.
Datos del Departamento del trabajo establecen que actualmente, los empleos de mayor demanda se encuentran en la industria de venta al detal -como cajeros y vendedores o empleados para restaurantes de comida rápida-, guardias de seguridad, empleos relacionados con la salud y empleados de almacén y para movimiento de mercancía.
Esta realidad no cambiará pronto. Para el 2018, según el Departamento del Trabajo, las ocupaciones con mayor aumento serán guardias de seguridad, vendedores al detal, enfermeras graduadas, cajeros, representantes de servicio al cliente, trabajadores en preparación de alimentos, auxiliares de salud en el hogar, oficinistas de almacén, maestros de primaria y cocineros de comida rápida.
En esa tiempo, solo el 21% de las ocupaciones requerirán un grado universitario. El 44% de los empleos solo necesitarán un adiestramiento de poco tiempo en el trabajo.
Sería un mundo de ocupaciones, no de profesiones, dijo el exsecretario del Trabajo Víctor Rivera, quien señaló que la falta de un análisis profundo de parte de las universidades en torno al mercado laboral provoca un desconocimiento entre los estudiantes sobre el futuro de la carrera que seleccionan.
“Es necesario que se sincronicen los ofrecimientos, los cursos, con las necesidades del mercado. De otra manera, podríamos estar graduando gente que podría estar toda una vida fungiendo en ocupaciones y profesiones para las cuales no se prepararon”, destacó Rivera.
‘Todos con bachillerato’
“Hoy día, todo el mundo tiene un bachillerato. Ya no es como antes, que tú, con estudios, tenías una ventaja sobre los que solo tenían un cuarto año. Ahora, para poder competir, tienes que tener una maestría”, comentó Andrés Rincón Gutiérrez.
El joven tiene un bachillerato en administración de ciencias de aviación, con una segunda concentración en tráfico aéreo, y trabaja como supervisor de meseros en el mismo restaurante en el que empezó a trabajar mientras estudiaba.
Los datos del Departamento del Trabajo establecen que, para el 2010, la tasa de desempleo entre personas con bachillerato era de 8.6%, mientras que aquellos con una maestría tienen un desempleo de 7.2%. Se desconoce cuántas personas con grados universitarios están empleados, pero en puestos distintos a su preparación.
La consultora de recursos humanos de la firma de servicios de consultoría Aon Hewitt, Eva González, coincidió en señalar que en la Isla ha aumentado la población con grados universitarios, pero los estudiantes se gradúan con expectativas irreales.
“Hay muchos que quieren ser ingenieros o abogados porque piensan que van a ganar dinero, pero no conocen la realidad del mundo laboral. Puerto Rico es un país donde el consumo es muy alto, tienes muchas cadenas de tiendas y comercios. De esos empleos hay muchos, pero hay pocos de los que la gente está estudiando”, destacó González.
La experta en recursos humanos relató que existen ocupaciones para las que siempre hay demanda, como la contabilidad, pero por cada posición de empleo que se abre, reciben diez resumés. Atentos a estas exigencias del mercado laboral están las universidades privadas pequeñas y los institutos de carreras técnicas al momento de diseñar sus programas académicos, destacó la presidenta del National University College (NUC), Gloria Baquero.
La estrategia le ha funcionado, pues aseguró que la mayoría de sus estudiantes consiguen trabajo en su área de estudio incluso antes de graduarse.
Pero el exsecretario del Trabajo alertó que esto puede ser un arma de doble filo. “El mercado laboral debe de apuntalar con meridiana claridad si lo que se va a hacer es entrenar para un primer empleo o educar para el resto de la vida, para el último empleo”, indicó.
Baquero señaló que la crisis económica ha provocado un aumento en la población que necesita insertarse al mercado laboral rápidamente después de graduarse de escuela superior y de adultos que buscan obtener mayor preparación académica para obtener un mejor empleo, pero que por compromisos familiares o laborales no pueden dedicarse a estudiar largas carreras a tiempo completo.
“No son estudiantes que se pueden dedicar años a estudiar filosofía o que deciden que pueden estudiar un doctorado por años porque tienen el dinero para pagarlo o porque los padres le pueden ayudar”, señaló Baquero.
En el caso de Bianca, ella ha considerado estudiar una carreta relacionado con la salud, pero tiene dudas.
“Me da un poco de miedo estudiar la maestría. No hay quien me pueda garantizar que después de seguir estudiando voy a conseguir un empleo en esa área”, sostuvo.