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Un error. Así califica la japonesa Toshiba la multa de 87 millones de dólares (69 millones de euros) que le ha impuesto un tribunal de California (EE.UU.) al considerar que pactó con otras compañías los precios de paneles LCD, una tecnología que se utiliza para la elaboración de pantallas planas.
Para defender su inocencia, la empresa afirma en un comunicado que «hemos sostenido de forma consistente que no hubo ninguna actividad ilegal por nuestra parte y continuamos manteniendo esta postura». En este sentido, Toshiba señala que «utilizaremos todos los recursos legales para corregir el error» del veredicto.
Tan convencida está Toshiba de su honradez que destaca en la misma nota que «no está programado revisar las previsiones de resultados para el año fiscal 2012 como consecuencia de esta sentencia». El ejercicio fiscal de la tecnológica nipona concluye en marzo de 2013.
Desde 2007
El proceso se abrió después de que varios compradores de paneles LCD y productos relacionados en EE.UU. presentaran una demanda conjunta en 2007 contra un grupo de compañías a las que acusó de confabularse para mantener los precios elevados.
Varios fabricantes, incluidos los también japoneses Hitachi Display y Sharp y el surcoreano Samsung Electronics, reconocieron su responsabilidad y llegaron a acuerdos para pagar compensaciones a los consumidores y organismos afectados, mientras Toshiba rechazó la acusación y decidió afrontar el proceso judicial.