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  Por el libro
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El Nuevo Herald

Más baby boomers (la generación de la postguerra) se están retirando y continúan pagando hipotecas, y algunos esperan hacer pagos de su casa hasta los 90 y tantos años, afirman corredores de hipotecas y planificadores financieros.

Es parte de una tendencia: muchas personas que están retiradas en la actualidad y muchas que se retirarán en un futuro están optando por no seguir la regla de oro tradicional de tener sus casas pagadas antes de su último día de trabajo para tener menos gastos en su jubilación.

“Es un tema candente”, dijo Howard Dvorkin, fundador de Consolidated Credit Counseling Services, agencia radicada en Fort Lauderdale, quien está viendo a más ancianos lidiando con grandes cargas de deudas, incluyendo hipotecas. En las últimas dos décadas, los ancianos se han retirado cada vez con más frecuencia mientras todavía hacen pagos por su casa, dijo Dvorkin.

Los ancianos son por lo general personas que ya son propietarios absolutos de sus casas, porque han tenido tiempo de terminar de pagar sus hipotecas. Pero algunos retirados que pagan hipoteca son personas acaudaladas y quieren mantener su dinero en inversiones que dan un mejor rendimiento, según planificadores financieros.

De hecho, el planificador financiero Anderson Wozny, cuya firma tiene oficinas en Boca Ratón y Miami, recomienda a sus clientes retirados que sigan haciendo sus pagos mensuales de hipoteca. “Una hipoteca es una herramienta valiosa”, dijo, y permite a los retirados mantener efectivo en caja para pagar por las reparaciones de sus hogares y otras emergencias. Muchos propietarios de viviendas se han metido en problemas tras dedicar sus ahorros a tener pagadas sus viviendas, añadió. “Entonces no tienen dinero”, dijo.

La planificadora financiera de Boca Raton Mari Adam dijo que una hipoteca puede funcionar bien para algunos retirados, incluyendo los que tengan retiros altos, ya sean gubernamentales o corporativos, y que necesitan un alivio fiscal para pagar menos impuestos federales.

Otras personas de la generación de la postguerra están optando por refinanciar para aprovechar tasas de interés que están en su punto más bajo en la historia y que en algunos casos están por debajo de la tasa de inflación de 3.6 por ciento del año pasado.

Algunos clientes consideran que “este es el momento, ellos podrían no volver a encontrar una oportunidad como esta”, dijo el planificador financiero del sur de la Florida Frank Armstrong. La inflación y las deducciones de impuestos de la hipoteca pueden terminar por dejar la tasa de interés casi en cero, agregó.

Un retirado canadiense esperó a comprarse un condominio con vista al mar en South Palm Beach hasta que pudo conseguir una hipoteca con una tasa de interés baja, dijo Adam Cohn, corredor de hipoteca de Boca Ratón. El no quería gastarse su dinero en su nuevo hogar para las vacaciones, dijo Cohn.

Stuart Kaplan, de 64 años, está tratando de conseguir un nuevo préstamo pagable en 30 años por su casa de Sunrise, Florida. A él le gustaría reducir casi a la mitad su interés actual de 6.625 por ciento.

Pero su prestamista actual y otros que Kaplan ha contactado dicen que él tiene que esperar hasta que tenga dos años de formularios de impuestos federales que muestren que él ha sido pagado como contratista. Kaplan sólo tiene un año. El firmó un contrato para trabajar para una compañía luego de perder su trabajo.

“Esto es una porquería”, dijo Kaplan. “Yo tengo buena puntuación de crédito; yo he pagado mis cuentas incluso cuando estuve sin trabajo durante un año”.

No obstante, Kaplan está resignado a esperar unos cinco meses por el segundo formulario de impuestos si no tiene otro remedio, porque él no quiere desaprovechar los intereses bajos. La mayoría de los economistas piensan que la baja tasa de interés durará por lo menos un año más, ya que la Reserva Federal ha prometido mantener baja la tasa de interés para ayudar a energizar la lenta recuperación económica de la nación.

Algunas personas de la generación de postguerra piensan que no les queda más remedio que refinanciar, ya que muchos perdieron su trabajo durante la Gran Recesión. El refinanciamiento los ayuda a evitar tener que echar mano a sus ahorros para el retiro.

Karen Sutliffe tuvo que ponerse a depender de la Seguridad Social antes de tiempo cuando perdió su trabajo y no pudo encontrar uno nuevo. Ahora está tratando de refinanciar su vivienda en Oakland Park, Florida, que vale menos que la hipoteca. Pagos más bajos la ayudarían a no tener que echar manos a más de sus ahorros para el retiro, dijo. Una hipoteca inversa es imposible de obtener, añadió Sutliffe, porque ella y su esposo deben alrededor de $50,000 más de lo que vale su casa.

“A la gente les empieza a preocupar el flujo de fondos”, dijo William B. Stronge, profesor emérito de Economía de la Universidad Atlántica de la Florida, a quien le quedan unos seis años más que pagar de su hipoteca. Tiene mejor sentido económico, dijo Stronge, seguir pagando su hipoteca para evitar las deudas de tarjetas de crédito.


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