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  Por el libro
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 / Foto por: TDelCoro

El Nuevo Herald

En las últimas semanas, American Airlines se ha convertido en una fuente de chistes voladora.

Tras cancelar unos 1,000 vuelos desde mediados de septiembre debido a problemas con los pilotos, y de sacar de servicio la semana pasada 48 aviones Boeing 757 porque se soltaron asientos en tres vuelos diferentes, la aerolínea ha sido blanco de las bromas de Jay Leno e incluso de su competidora de bajo costo Spirit Airlines.

Pero tras resolver los problemas con los asientos, reanudar las conversaciones con el sindicato de los pilotos y reportar cifras positivas de ingresos para septiembre —aunque con un descenso en su tráfico— American, que presentó la quiebra en noviembre, espera dejar atrás las bromas.

“El desempeño operacional está mejorando”, dijo el lunes su presidente ejecutivo Tom Horton a The Associated Press. “Saldremos de esto lo mismo que lo han hecho otras líneas aéreas antes que nosotros”.

Pero algunos observadores de la industria se preguntan cómo muchos consumidores podrán echar a un lado los últimos problemas.

“Los viajeros de negocios no se pueden permitir la incertidumbre”, dijo George E. Hoffer, profesor de economía del transporte de la Universidad de Richmond en Virginia. “El paro de los pilotos crea incertidumbre entre los viajeros más avezados”.

La Asociación de Pilotos Aliados negó que hubiera habido algún esfuerzo organizado por interrumpir las operaciones. Pero la vocera de American Airlines Martha Pantín dijo que los pilotos han estado reportándose enfermos alrededor de un 20 por ciento más que el año anterior; las solicitudes de controles de mantenimiento en que no se encontró ningún problema aumentaron en un 97 por ciento de un año a otro en septiembre.

Estos problemas trajeron como resultado un aluvión de noticias sobre el terrible historial de puntualidad de la aerolínea, que en septiembre no pasó del 59 por ciento, de acuerdo con FlightStats. Las líneas aéreas rivales Delta, US Airways, Southwest y United tuvieron una puntualidad del 80 por ciento o más.

Luego se reportaron los asientos sueltos en tres vuelos en aviones Boeing 757, entre ellos dos con destino a Miami. La aerolínea, que dijo que el problema era de tipo mecánico y no había sido causado intencionalmente, sacó de servicio 48 aviones.

“Lo de los asientos es un desastre cuando American menos se lo puede permitir”, dijo Hoffer.

American canceló 50 vuelos el jueves —la mitad de ellos en Miami— y 44 el viernes para inspeccionar los aviones y hacer reparaciones. De unos 5,184 mecanismos para asegurar los asientos a bordo de los aviones, 22 tenían problemas, dijo la aerolínea.

Las reparaciones se terminaron el sábado, pero recibieron suficiente atención para suscitar un montón de nuevos cuestionamientos sobre la aerolínea.

“Tres incidentes seguidos de asientos sueltos no inspiran confianza a los pasajeros”, dijo Mary Kirby, directora de la revista Airline Passenger Experience.

Ella dijo que su reportaje de este inusual problema revela problemas de mantenimiento, reparaciones, instalación e inspección.

“Son fracasos múltiples”, dijo Kirby.

Peter Greenberg, editor de viajes de CBS News, dijo que, aunque el daño a las relaciones públicas ya estaba hecho, no se ha cuestionado la seguridad de la aerolínea.

“En resumidas cuentas, lo mismo que el paro de los pilotos, no es un problema de seguridad, es un problema de conveniencia”, dijo. “Es un problema de conveniencia especialmente para los viajeros frecuentes y los de negocios, que son los principales clientes de una línea aérea”.

Aunque el propio Greenberg sufrió retrasos en dos vuelos diferentes de American Airlines la semana antepasada, dijo que esperaba que la situación mejore ya que el sindicato de los pilotos y la aerolínea acordaron la semana pasada reanudar las negociaciones.

“Octubre va a ser mejor”, dijo. “Tiene que serlo”.

Hoffer dijo que, aunque espera que los viajeros de negocios sean los primeros en irse con su música a otra parte, los pasajeros en busca de buenos precios irán adonde los encuentren.

“Ellos buscarán los precios y regresarán”, dijo.

Cuando American se declaró en quiebra el año pasado, muchos clientes dijeron que seguirían volando en la aerolínea siempre y cuando sus vuelos siguieran saliendo a tiempo. Pero las cifras de septiembre, dadas a conocer el lunes, mostraron que el tráfico bajó en comparación con septiembre del 2011.

El tráfico general de pasajeros bajó en un 2.8 por ciento, y la capacidad disminuyó en un 3.4 por ciento de un año al otro; a nivel doméstico, donde ha habido peores problemas, la capacidad bajó en un 5.5 por ciento y el tráfico en un 7.1 por ciento. La aerolínea canceló alrededor de 400 vuelos por adelantado debido a problemas con los pilotos.

Las ganancias por asiento disponible por milla aumentaron en un 4 por ciento de un año a otro, a pesar de todo, y hubieran subido en 4.4 por ciento de no ser por los problemas operacionales.

Problemas recientes han llevado a varios analistas a cuestionar si la aerolínea puede salir por sí misma de la protección de quiebra, o si debería unir fuerzas con la línea de menor tamaño US Airways, que ha estado en busca de una fusión.


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