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  Por el libro
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El Nuevo Dia

Se robó el agua y ahora tendrá que cumplir tiempo de cárcel.
Este es el caso de Ismael Torres Rodríguez, natural de San Sebastián, quien en la mañana de este miércoles fue sentenciado a seis meses de cárcel por el juez Iván Román González, del Tribunal de Aguadilla, luego de declararse culpable por apropiación ilegal.
A juicio del presidente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Alberto Lázaro Castro, esta sentencia es un mensaje contundente a los clientes de la corporación sobre la ilegalidad de robarse el servicio de agua potable.
“Esta sentencia envía un mensaje claro de que el hurto de agua se penaliza y se paga con multas y cárcel. En la AAA hemos sido consistentes en que  vamos a erradicar esta práctica porque utilizar agua de manera ilegal es un delito", afirmó Lázaro Castro en declaraciones escritas.
Este caso sienta un precedente, pues es la primera vez que se logra la condena de una persona por el delito de hurtar agua. Para la agencia es más común emitir multas, según reconoció la portavoz de prensa, Norma Muñoz.
La AAA informó que Torres Rodríguez se declaró culpable luego de un acuerdo entre la Fiscalía y su defensa para reducir la pena de un delito grave, de interferencia de contadores, a uno menos grave, de apropiación ilegal. Esto conllevaba una pena menor de seis meses de cárcel sin derecho a probatoria, que fue la que impuso el juez.
El hombre cumplirá su sentencia en la Institución Correccional Guerrero en Aguadilla.
Además de la sentencia de cárcel, el individuo tuvo que restituir a la AAA unos $11,000 por concepto de agua utilizada de manera ilegal.
En comunicado de prensa, la AAA explicó que Torres Rodríguez fue acusado en diciembre de 2013 por tentativa de apropiación ilegal agravada, tentativa de interferencia con contadores y tentativa de daño agravado. Antes de recopilar toda la evidencia para demostrar culpabilidad en estos delitos, la AAA multó en dos ocasiones al hombre y se le otorgó “tiempo razonable” para pagar. Sin embargo, se indicó que el sentenciado no realizó esfuerzo alguno para pagar e intentó en más de dos ocasiones de robarse el agua.