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  Por el libro
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BBC

De hecho, la comunidad compró casi tantos bienes y servicios como toda China, país que en 2011 importó poco más de un billón de dólares de EE.UU.

Y el poder de compra de la primera minoría étnica en territorio estadounidense promete expandirse aún más, hasta alcanzar -según los pronósticos- US$1,5 billones en 3 años.

El crecimiento de la capacidad de compra entre latinos es tres veces mayor que el de otros grupos. Así, aunque la población hispana representa 16% del total nacional, es responsable por 50% del aumento en el consumo en los últimos años.

Para muestra, basta un estudio publicado en estos días por la Cámara Hispana de Comercio de Arizona, donde entre 2000 y 2010 este poder adquisitivo se ha inflado 127%.

"Esta variable está en su punto más alto en la historia. Los latinos representan casi US$40.000 millones de lo que se mueve en la economía de Arizona y la tendencia es sostenida. Se espera que para 2015 crezca 10.000 millones más", detalló a BBC Mundo Loui Olivas, profesor emérito de la Universidad Estatal de Arizona y responsable del equipo detrás del informe "DATOS: Foco en el mercado hispano".

Según los expertos, Arizona resulta un buen termómetro de las perspectivas económicas de los latinos de Estados Unidos: ubicado en la frontera, este estado no sólo ha sido el punto de acceso de millones de inmigrantes en las últimas décadas sino que también ha sido escenario de la puesta en vigor de leyes más severas con los indocumentados.

Dueños también

A la recesión iniciada en 2007 y la crisis sostenida, aquí se ha sumado el impacto económico de la Ley SB1070, parcialmente vigente desde 2010, que ha originado un éxodo de sin papeles hacia otras regiones, con notables consecuencias para el empleo y la recaudación fiscal.

"Estamos en un momento en que el estado está pasando por una transformación mayor. Hay una nueva percepción de cómo hacemos negocios los latinos y es una visión más inclusiva e integradora, donde se está empezando a juzgar capacidades más allá de la lengua o el origen que uno tenga"

Luis de la Cruz, empresario hispano en Arizona

Con las cifras a la mano, los analistas dan un pronóstico casi unívoco: más allá de los vaivenes políticos, las empresas que quieran recuperar terreno y garantizarse la supervivencia deberán tener en sus planes la satisfacción de la clientela hispana.

"Los estudios dejan en evidencia que la salud fiscal y la expansión son cada vez más dependientes de la vitalidad económica de la comunidad latina", señaló Olivas, en una receta que no sólo aplica a Arizona sino también a otros grandes mercados hispanos como California, Texas o Florida.

La economía arizoniana muestra, asimismo, que los hispanos no sólo son clave en el papel de consumidores sino también como generadores de empleo: allí existen más de 60 mil negocios en manos de latinos, con una tasa de crecimiento hasta tres veces mayor a los que tienen dueños de otros grupos étnicos.

"Un 97% de estos negocios hispanos son pequeños, a diferencia de lo que ocurre en ciudades como Chicago o Dallas, sedes de corporaciones. Eso le da una flexibilidad y una vitalidad diferentes a la economía, que probablemente haya sido clave en ayudar a que muchos de ellos sobrevivieran a la crisis", afirmó a BBC Mundo Gonzalo de la Melena, presidente de la Cámara Hispana de Comercio.

Expansión

Luis de la Cruz es socio fundador de Ándale, una empresa dedicada a la instalación de utilidades subterráneas -como sistemas de agua o cableados eléctricos- para la industria de la construcción.

Dólares estadounidenses

Factores demográficos influyen en el incremento del poder adquisitivo latino en EE.UU.

Aunque comenzó su negocio en 2006 con los pronósticos más adversos -"una mala época para meterse en este sector, justo empezando la crisis", dice- en el primer año sobrepasó US$1 millón de ganancias.

"Aquí hay oportunidades reales y el estado está pasando por una transformación mayor. Hay una nueva percepción de cómo hacemos negocios los latinos y es una visión más inclusiva e integradora, donde se está empezando a juzgar capacidades más allá de la lengua o el origen que uno tenga", señaló el empresario a BBC Mundo.

Aunque De la Cruz buscó asociarse con otros hispanos, su negocio hoy no depende de clientes de esta minoría: provee a grandes corporaciones y emplea a 22 personas.

Rosa Macías, en tanto, es fiel reflejo de otra de las modalidades que toma el negocio latino: en su Mueblería del Sol, ubicada en Phoenix, las ventas corresponden "en un 90%" a la clientela hispana.

"Nosotros hemos ido adaptándonos desde que inauguramos, en 1997. Por ejemplo, ahora nos promocionamos como 'Del Sol Furniture' (muebles, en inglés), porque el perfil del cliente ha ido cambiando. Siguen siendo mayoritariamente latinos, pero de segunda o tercera generación, adaptados a la cultura, angloparlantes y con más poder de compra", comparó Macías.

Más numerosa, mejor educada

Pero, ¿cuál es la razón para la notoria expansión del poder adquisitivo latino, muy por encima de la media estadounidense?

Por una parte, existe una correlación directa entre el crecimiento poblacional y el aumento del volumen de dinero disponible.

"Es estadísticamente simple: a más gente, más dinero inyectado en la economía. Y los hispanos tienen una tasa de crecimiento demográfico mucho mayor al resto de los grupos", señaló el académico Olivas.

"La población latina sigue creciendo incluso si no vienen nuevos migrantes. En términos de poder adquisitivo, no va a bajar: la tasa de natalidad entre latinos es alta y la población continuará expandiéndose independientemente del flujo migratorio"

Loui Olivas, profesor emérito de la Universidad Estatal de Arizona

Entre 2000 y 2010, según datos censales, este grupo fue responsable de 50% del crecimiento demográfico estadounidense.

Pero, según los expertos, no sólo el número absoluto de hispanos está en alza, sino también su nivel educativo:

"Allí también se cumple la regla de que a mayor nivel educativo, mayor poder adquisitivo", agregó Olivas.

El estudio DATOS revela que los billetes que los hispanos de Arizona ponen a circular van destinados principalmente a tres rubros: alimentos para el hogar (36%), indumentaria (16%) y consumo de comida rápida (14%).

"Los hispanos no sólo compran productos hispanos: compran ropa, autos, bienes en general… Por eso el aumento del poder adquisitivo no puede decirse que beneficie a un sector, beneficia a toda una economía", consideró De la Melena.

Sin embargo, las leyes que penalizan más severamente a los indocumentados –con cláusulas como verificar documentos en requisas de tránsito o prohibir la contratación o el traslado de inmigrantes no autorizados- se han cobrado su cuota: a la dificultad de muchos por conseguir empleo se ha sumado el temor que ha llevado a miles a salir del estado, incluso de regreso a sus países.

Según un estudio reciente del Centro Pew, la entrada de migrantes desde desde México hacia Estados Unidos está en "punto cero" por primera vez en cuatro décadas, lo que los expertos adjudican en parte a los mayores controles fronterizos y el aumento de las deportaciones, además de a la alicaída economía.

¿Podría esto revertir las perspectivas del mercado hispano?

"La población latina sigue creciendo incluso si no vienen nuevos migrantes. En términos de poder adquisitivo, no va a bajar: la tasa de natalidad entre latinos es alta y la población continuará expandiéndose independientemente del flujo migratorio", anticipó Olivas.