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  Por el libro
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21 de marzo de 2012

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A finales de los años noventa apareció un término conocido por todos. Nos referimos al "síndrome de la clase turista" que supuestamente disparaba el riesgo de Trombosis Venosa Profunda (TVP) en los pasajeros de los asientos baratos. Se culpaba al escasísimo espacio que dejan las aerolíneas entre plaza y plaza. Los síntomas señalados eran hinchazón, dolor y hormigueo en las extremidades. Un gran número de doctores siguen afirmando que este síndrome existe.

 

¿Son un riesgo las ventanas?

La Asociación Americana de Médicos del Pecho (ACCP) advierte de que son los asientos con ventana los que aumentan el riesgo de sufrir TVP. Además, destaca que las personas en estado de gestación, las de avanzada edad y las que tomen regularmente anticonceptivos orales, tienen más riesgo de padecer este síndrome. Lo más peligroso, según sus investigaciones, no es estar 'encajonado', sino pasear poco durante el vuelo. En este sentido, son los pasajeros que ocupan plaza de ventana quienes lo hacen menos para no molestar.

Sobrepeso, ingesta alcohólica

La obesidad y el tabaquismo son otros lastres importantes. En cambio, el alcohol y una ligera deshidratación no influyen mucho en la TVP. La guía que han publicado estos doctores pone el acento en moverse regularmente por el avión. Se recomienda a los grupos de riesgo que escojan asientos junto al pasillo y que vistan calcetines por debajo de la rodilla. También advierten que las aspirinas y otras medicaciones anticoagulantes no frenan el TVP. En caso de sufrir agarrotamiento en vuelos largos, recomiendan acudir al médico para que prescriba terapias individualizadas.

¿Leyenda urbana?

Por otra parte, hay quien sostiene que el riesgo de coágulos sanguíneos es igual en clase turista que en los cómodos asientos de primera o business. Realmente, los peligros mencionados anteriormente, se pueden llegar a notar en vuelos que superen las diez horas. ¿Crees que existe realmente este síndrome?