23 de enero de 2012
El Nuevo Herald
Hace 18 años, cuando el mundo de la televisión estaba lleno de pronósticos sobre un mundo con 500 canales de televisión, Gary Lico, veterano ejecutivo del sector, asistía a una convención en Atlanta donde vio un anuncio que lo hizo estremecerse. En el futuro no habrá 500 canales, decía la valla. Sólo habrá un canal, el de USTED. "Me hizo perder la respiración", recuerda Licos. "Y fue una verdadera profecía. La tecnología crea un mundo donde todos pueden tener su propio canal, y estamos a punto de lograrlo. Los profundos cambios en la televisión —un término que no sólo se refiere a esa caja rectangular frente al sofá en la sala de estar, sino también la computadora, el teléfono móvil, la consola de juegos de video e incluso el lector electrónico de libros— estarán en la mente de todos durante la reunión anual de la Asociación Nacional de Ejecutivos de Televisión (NATPE), que comienza el lunes en Miami Beach. Se espera que más de 5,000 ejecutivos del sector asistan al evento de tres días en el Fontainebleau, donde los pasillos y salones serán escenario de negociaciones de programación, desde los acuerdos con los nuevos ricos del sector en América Latina hasta el futuro del sector. Pero el volumen debe subir sustancialmente de tono cuando el tema sea las consecuencias para la industria debido al acelerado avance de la tecnología. En un mundo donde el talento creativo, el dinero y los televidentes fluyen entre la televisión e internet, donde nuevos aparatos y servicios le permiten al usuario ver televisión en internet y videos de internet en la televisión, nadie sabe a ciencia cierta hacia dónde van las cosas. "No preste atención a nadie que le diga que conoce el futuro de la televisión", dice Lico, presidente de la empresa de distribución CABLEReady. "Si yo conociera el futuro, ya lo estaría implementando". Las convenciones de la NATPE (que comenzaron en la época que sólo había tres canales en 1964) solían ser reuniones normales donde los ejecutivos se reunían para comprar programas para sus estaciones. Ahora es un bazar mundial de programas, aparatos de última generación y nuevos servicios a granel, acompañados por seminarios como "El desarrollo de programas para la generación interactiva" y "La audiencia de video de internet". "Levo 27 años en el sector y siempre ha sido muy poco pronosticable", dice Jim Packer, jefe de distribución de programas de televisión del estudio Lionsgate. "Sabemos cómo se hacen los programas, cómo distribuyen y cómo se ven. Si había una nueva tendencia, se producían señales con suficiente anticipación. Yo sabía que los grabadores digitales de video estaban en camino dos años antes que TiVo comenzara a venderlos. "Ahora todo avanza a la velocidad de la luz. Netflix es uno de mis mayores clientes internacionales. Netflix no existía —al menos en su forma actual— hace cinco anos. Era sólo una empresa de alquiler de DVD. Ahora tiene 20 millones de suscriptores de video por internet, en sólo cinco años. La tecnología, el software y los hábitos de los televidentes cambian muy rápido". Netflix es sólo uno de un nuevo tipo de empresa que la televisión tema, envidia y tiene la esperanza de explotar, y que tiene miedo que la devore. Son empresas que pasan por encima del sector tradicional televisión libre, de cable y satélite para llevar programas y entretenimiento a la población, Estas empresas comenzaron desde abajo, como medio de entrega de películas y programas viejos de televisión por banda ancha a una audiencia de nicho. Pero en los últimos dos años, al menos según el sector tradicional, se han convertido en unos monstruos que no pueden controlarse, que producen sus propios programas y atraen el talento del lado creativo de la industria. Netflix comenzará a trasmitir por internet su primera serie original, un show de gngsters llamado Lilyhammer, con la participación de Steve Van Zandt, de The Soprano. Hulu, que comenzó como un medio en que las grandes cadenas de televisión recaudaban dinero extra por trasmitir sus programas por internet, comenzó a producir su propio material el año pasado con una serie de documentales llamada A Day in the Life, creada por el veterano documentalista Morgan Spurlock. Ahora agrega B attleground, un drama político que pudiera haber producido Hollywood y que originalmente se planeo trasmitir por la cadena Fox. Pero Battleground no será el último programa en oscurecer los límites entre Hollywood y el nuevo mundo. Netflix ha revivido su serie A rrested Development, la comedia aclamada por la crítica y que Fox canceló en el 2006. Y la red de televisión CW recientemente vendió retrasmisiones de sus programas The Vampire Diaries y Gossip Girl a Netflix y Hulu en un trato tan lucrativo que algunos analistas del sector consideran que salvó a The CW de la bancarrota. "Creo que para la mayoría de nosotros fue asombroso", dice Chris Sloan, cuyo estudio miamense 2c Media produce varios programas reality para la televisión por cable. "Los acuerdos de The CW son un caso en que la cola mueve al perro y la retrasmisión de programas por internet apoya a toda la red. Y estas compañías como Netflix y Hulu, que nosotros pensábamos que eran agregadores, están dejando a un lado a las cadenas, a la televisión por cable y creando sus propias redes". Todo el mundo concuerda en que esto es maravilloso para los televidentes. Sin embargo, no está tan claro qué significa para el sector. "Cuando uno está acostumbrado a hacer negocios de una manera durante mucho tiempo y todo cambia de repente, es una oportunidad o una alarma de cómo proteger el negocio", afirma Rick Feldman, presidente de la NATPE. "Por eso muchos negocios con marcas establecidas no se pueden ajustar con tanta rapidez. Por eso es que Blockbuster, aunque comenzó muchos años antes, no es Netflix. Dedicaron mucho tiempo a tratar de determinar cómo meter el dedo en vez de adaptarse". Pero Feldman reconocer abiertamente no es fácil tratar de determinar el rumbo de la televisión. "En este momento todo y todos en el sector son amigos y enemigos a la vez", afirma. "Son empresas que compiten como Netflix y Hulu, o son una nueva oportunidad para que las marcas establecidas vendan programas una vez más y le saquen dinero. En eso es en lo que piensan todos todo el tiempo".
|
|