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  Por el libro
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29 de diciembre de 2011

WSJ

Las compradoras de carteras de diseñador saben detectar las falsificaciones demasiado buenas para ser ciertas, tal como quienes buscan reducir lo que gastan en medicamentos pueden asumir que los e-mails en su casilla de correo no deseado anunciando Viagra con descuento son, en el mejor de los casos, píldoras azucaradas. Pero los expertos afirman que incluso los consumidores atentos a los engaños podrían comprar sin darse cuenta algunas de las más recientes falsificaciones que aparecen en categorías inesperadas.

Aunque las carteras de imitación y los medicamentos falsos constituyen desde hace tiempo un mercado en auge, las falsificaciones volvieron a llamar la atención de las autoridades luego de una reciente serie de confiscaciones en EE.UU.

A fines de noviembre, el Consejo Nacional para la Prevención del Crimen en EE.UU. lanzó una nueva campaña de servicio público que se centra en las falsificaciones. Y el mercado se está extendiendo con rapidez a otros ítems del hogar como pilas, máscara para pestañas y protector solar.

La diversificación es patente: en 2008, el comercio internacional de alimentos que violan la ley ascendió a entre US$460.000 millones y US$645.000 millones, según el grupo Business Action to Stop Counterfeiting and Piracy (Acción Empresarial para Detener la Falsificación y la Piratería). Para 2015, estima el grupo, el valor de los bienes falsos en el mercado podría ascender a US$1,7 billones (millones de millones). "Si ve algo con una marca característica, lo más probable es que ya lo estén falsificando", afirma Richard Halverson, jefe de la unidad de relaciones con la comunidad y capacitación del Centro Nacional de Coordinación de Derechos de Propiedad Intelectual de EE.UU., una división del Departamento de Seguridad Nacional de ese país.

A pesar de los esfuerzos gubernamentales, expertos afirman que dependen en gran medida de los compradores reconocer y evitar las falsificaciones. Se debe prestar atención a productos con fuertes descuentos y etiquetas o empaques diferentes a lo habitual, como un código de barras fuera de lugar o residuos pegajosos, entre otros, afirma Joseph LaRocca, vicepresidente de prevención de pérdidas de la Federación Nacional de Minoristas de EE.UU. Si el sabor, olor o textura de un producto son sospechosos o los compradores en línea lo han señalado en sus reseñas, es una señal clara de que el producto no es original.

El precio de comprar falsificaciones puede ser alto, ya que muchas de las versiones más básicas pueden acarrear problemas para la salud y riesgos de seguridad. "Los criminales quieren hacer dinero, así que se concentran en que el producto se vea lo más cercano posible al real", dice Halverson. "Gastan más dinero en el empaque que en el producto mismo".

A continuación, algunos artículos del hogar para prestar atención.

Los juguetes auténticos son "probados por el fabricante y el minorista para que sean apropiados para la edad y el tamaño", afirma LaRocca. No es así en el caso de los falsificados, lo que podría significar que sus piezas podrían causar asfixia, que la construcción no sea firme, o que tengan bordes demasiados filosos. "Nadie quiere que un niño pequeño mastique una pieza plástica suelta de un juguete falsificado barato", sostiene. Además, los juguetes pueden ser fabricados con materiales con altos niveles de plomo y otros materiales tóxicos.

No sólo las costosas marcas de los salones de belleza más famosos corren el riesgo de ser falsificadas. Las marcas que se venden en la farmacia también han captado la atención de los falsificadores, señala Alina Halloran, vicepresidente de protección de marcas en línea de OpSec Security, una firma de consultoría anti falsificación. Algunos son poco más que agua, fragancia y un agente para espesar, pero nada que pueda sustituir al champú real. La policía de Beijing confiscó más de 2.000 cajas de botellas de champú falso en noviembre, contaminadas con mercurio, azufre y otros metales pesados. Eso es demasiado fuerte para un producto que va directo a su cuero cabelludo y que posiblemente gotee sobre sus ojos, afirma. (Y olvídese de cualquier otro efecto prometido en la etiqueta como volumen o anti-caspa)

Pruebas recientes llevadas a cabo por Food Safety News (Noticias para la Seguridad de Alimentos) descubrieron que 75% de la miel de las tiendas de EE.UU. no es miel en realidad. Sí, proviene de las abejas, pero el polen fue quitado, probablemente para evitar que la miel se cristalice, pero expertos en seguridad de alimentos afirman que posiblemente también sea para esconder su origen, afirma el reportero Andrew Schneider. Muchos reguladores no consideran que la miel sea un alimento si no tiene polen. El tema del origen podría ser más preocupante. Aunque los compradores no noten una diferencia en el gusto, distintas pruebas encontraron que un tercio de la miel falsa importada de Asia estaba contaminada con plomo y antibióticos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) les advirtió a los consumidores sobre cierta pasta dental fabricada en China en 2007, al decir que contenía un veneno usado en el anticongelante. Es un adulterante común, y no conviene ponerlo cerca de la boca, mucho menos ingerirlo, advierte Halloran. También podrían usarse otros químicos que no son seguros para consumo, ya sea para que la pasta sea blanca o para crear la consistencia adecuada, sostiene. Las pastas también podrían carecer de fluoruro, o estar contaminadas con bacterias.

"Los cables de extensión probablemente sean una de las falsificaciones más peligrosas", sostiene LaRocca. Las falsificaciones que afirman ser marcas respetables podrían no estar selladas de forma adecuada, o usar el mismo cable de alto grado eléctrico. De cualquier forma, es un peligro de incendio. "Si los cables eléctricos se calientan, pueden quemarse, y pueden hacer saltar su circuito", indica. En esta época del año, los compradores también podrían encontrar luces navideñas falsas.

El gusto a tiza podría de hecho ser tiza, que se usa comúnmente como una forma de rellenar la fórmula para bebés falsa para darle la consistencia adecuada, afirma Halloran. Por supuesto, tampoco es probable que la fórmula falsa tenga los niveles recomendados de proteínas y otros nutrientes. Ambos factores pueden ser problemáticos: en 2004, más de 60 niños chinos murieron luego de ingerir comida para bebés falsa. La FDA advierte que los infantes podría no tolerar esos ingredientes y podrían "experimentar serias consecuencias adversas para la salud".

Los protectores solares falsos pueden afectar a la gente dos veces: primero, al momento de pagar, y luego en la playa. Las falsificaciones a menudo contienen aditivos químicos, pero también podrían ser cremas para la piel baratas, que no brindan ninguna protección UV. "Es fácil que un falsificador logre que algo parezca crema, sin contener los ingredientes costosos por los que alguien los compra", señala Halloran. (La misma advertencia se aplica a cremas y lociones contra el envejecimiento, que son otra categoría común de falsificación.)