21 de diciembre de 2011
La Opinion
WASHINGTON/EFE — La Cámara de Representantes rechazó ayer una medida aprobada por el Senado que prorroga dos meses los recortes de impuestos a la nómina para unos 160 millones de estadounidenses y que vencen a finales de este mes. Tal como estaba previsto, y en desafío a los llamamientos de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes, bajo control republicano, rechazó la extensión de dos meses a los recortes de impuestos a la nómina que el Senado aprobó el sábado pasado. La moción fue aprobada, por 229 votos contra 193, y sólo siete republicanos votaron en contra. En concreto, tuvo el doble propósito de rechazar tácitamente la medida bipartidista del Senado y obligar al Congreso a armonizarla, en un proceso bicameral, con la que ya aprobó la semana pasada la Cámara de Representantes. Por ahora, ninguno de los dos partidos piensa ceder en torno al asunto, a once días de que venzan los recortes de impuestos a la nómina. En una visita sorpresa a la sala de prensa, el presidente Barack Obama, instó al presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, y a sus correligionarios a que dejen de lado la politiquería y aprueben la prórroga. "Seamos claros- ahora mismo, el acuerdo bipartidista que se alcanzó el sábado es la única forma viable de evitar un aumento de impuestos el 1 de enero", dijo Obama. Pero Boehner considera que los recortes deben extenderse por un año porque la prórroga de dos meses crea "incertidumbre" en unos momentos en que el sector privado necesita alicientes para crear empleos. En una rueda de prensa paralela, Boehner replicó que Obama debe obligar a los senadores a regresar a Washington para "resolver este asunto lo más pronto posible". El Senado, bajo control demócrata, aprobó el sábado la extensión de dos meses de los recortes de impuestos a la nómina y los subsidios de desempleo como un parche de emergencia para darse más tiempo a negociar una prórroga de un año en enero próximo. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha dejado en claro que no reabrirá las negociaciones porque el proyecto de ley en la Cámara alta fue aprobada el sábado por 89-10, incluido el "sí" de 39 senadores republicanos. Si el Congreso no se pone de acuerdo antes del próximo 31 de diciembre, unos 160 millones de estadounidenses, incluyendo 25 millones de hispanos, verán un aumento de impuestos a la nómina en 2012, con una subida promedio de al menos mil dólares. Además, cerca de dos millones de personas podrían perder sus subsidios de desempleo. Los impuestos a la nómina, que financian el sistema de Seguridad Social, se recaban de los primeros 106.800 dólares de ingresos salariales. Por ello, una reducción de impuestos beneficia principalmente a personas de ingresos bajos y medios quienes, a su vez, son los que gastan una mayor parte de sus ingresos. La Casa Blanca y sus aliados demócratas en el Congreso han advertido del impacto económico negativo que tendría el aumento de impuestos. Según la Casa Blanca, un aumento de impuestos afectará a 1,2 millones de estadounidenses en Puerto Rico, 16,7 millones en California, 11,4 millones en Texas, 2,9 millones en Arizona y 9 millones en Florida. El Congreso, que ya afronta bajos niveles de aprobación popular, sería el más perjudicado por las pugnas en torno a la medida, pues la mayoría de los estadounidenses se resiste a una subida de los impuestos. "Si no se ponen de acuerdo, verán que su nivel de popularidad seguirá cayendo, y eso tendrá consecuencias" de cara a los comicios generales de 2012, dijo el analista político Larry Sabato en declaraciones a la cadena televisiva CNN. Si el Congreso no aprueba un proyecto de ley antes de fin de año, los impuestos subirán para 160 millones de personas el primero de enero.
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