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  Por el libro
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Expansion.com

El segundo banco español ha comunicado a la CNMV que ha alcanzado un acuerdo con Oriental Financial Group de Puerto Rico para la venta de sus negocios en el país. La operación, que está pendiente de las autorizaciones correspondientes, supone para BBVA unos ingresos de 500 millones de dólares (unos 400 millones de euros).

Aunque la entidad no haya informado sobre las plusvalías de la operación, sí ha revelado que el precio de venta supone "una ligera prima sobre el valor en libros" y generará un "impacto positivo pero reducido en capital", según fuentes del banco. BBVA Puerto Rico tiene unos activos de 5.200 millones de dólares, lo que representa menos del 1% de los activos del grupo BBVA. En su memoria de 2011, BBVA no da informaciones sobre los resultados de BBVA Puerto Rico, debido a que esta filial se registra como parte del negocio estadounidense del grupo.

La desinversión en Puerto Rico, según fuentes cercanas al banco pero no oficiales, se enmarca en la estrategia del grupo de centrarse en los mercados en los que puede alcanzar una posición de fortaleza relativa. BBVA Puerto Rico es la séptima de ocho entidades que operan en el país, con una cuota de mercado inferior al 6%, con alrededor de 950 empleados y 37 oficinas. El banco español considera, por lo tanto, que la filial del país americano es un activo no estratégico.

A finales de mayo, BBVA anunció que está estudiando ofertas para desprenderse de su negocio de pensiones en América Latina, en una operación que podría suponerle unos ingresos de entre 3.000 y 4.000 millones de euros.

BBVA tiene pendientes de provisionar aún 3.200 millones de euros para dar cumplimiento a las exigencias de los Reales Decretos de febrero y mayo sobre el saneamiento inmobiliario de la banca. El banco que preside Francisco González, junto con Santander y CaixaBank, son las únicas entidades que no necesitarían ayudas públicas ni siquiera en el escenario más estresado de las pruebas realizadas a la banca española por Oliver Wyman y Roland Berger. También el informe del FMI situaba a los dos grandes bancos en una situación de fortaleza de capital ante cualquier escenario.