CNN Expansion
Las relaciones de pareja no sólo involucran sentimientos, también temas financieros. La situación se complica pues es más frecuente que el rol de proveedor económico no recaiga sólo en un miembro de la pareja y se compartan las finanzas. Ahora hay más casos en que ambos contribuyen al gasto, pero también existen aquellos en los que el mayor peso económico recae en una de las partes. Como sea, el tema financiero es origen de conflictos, motivo de largas sesiones de terapia y hasta causal de divorcio.
Como unidad de convivencia la pareja tiene dinero en común, toma decisiones y planea a partir de éste. Ponerse de acuerdo es ineludible. Seguramente uno ganará más que el otro o invertirá más tiempo en generar recursos. ¿Cuánto aportará cada quién? ¿Quién gana más aportará más? ¿Qué hay con los gustos y necesidades personales? Y si alguno invierte más tiempo en el trabajo ¿tiene derecho a gastar más?
Artículo relacionado: Haz tu calendario de gastos para 2014
Los psicólogos recomiendan tener una comunicación abierta sobre el tema. “Lo importante es dejar muy claras, explícitas y legalmente respaldadas las relaciones económicas entre los miembros de la pareja, porque, si las cosas van bien en la pareja, no hay problema; pero si van mal, se evitan muchos disgustos”, según José Antonio García, miembro del Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia.
En un mundo ideal y de metas comunes existen cuatro elementos de información que necesita compartir la pareja, según el libro Maneja tu dinero para Dummies, escrito por Roberto Morán. El autor recomienda sentarse con la pareja y escribir la información de cada apartado:
Cuánto gana cada uno La pareja debe tener claro de qué base parte y cuánto puede aportar cada quien. Lo más probable es que uno gane más que otro y ahí puede venir el primer conflicto. “Suele suceder que cuando la mujer gana más que el hombre en la pareja, empieza una extraña pelea por el poder”, refiere Roberto Morán en su libro. Podrían llegar a un acuerdo para que uno lleve más dinero, pero que el otro realice tareas que también aporten valor a la casa. No debería haber sentimientos de superioridad frente al otro para el que gana más o bien de inferioridad para el que gana menos, agrega.
La pareja también debe estar de acuerdo en el tiempo que invertirá en el trabajo y cómo se reparten las actividades que no tienen que ver con éste, como el cuidado de los hijos.
Cuánto gasta cada uno. Ya que saben cuánto dinero genera cada uno para la vida juntos deben repartirlo, sugiere Morán. Para ello es necesario que cada uno tenga claro cuánto quiere gastar en sus gastos personales, estudios, arreglo personal, hasta hobbies. Después la pareja deberá definir en qué quiere gastar como pareja.
“No repartas el dinero en partes iguales entre la pareja. Tampoco se vale que tenga más dinero para gastar el que más gana. Hay que negociar cuánto le toca a cada uno según lo que necesite y quiera”, subraya el autor, de Meneja tu dinero para Dummies. Quizá a uno le gusten los deportes, y el otro salir con sus amigos, el dinero que implique cada actividad será distinto.
Al terminar el ejercicio cada uno debe tener una cantidad asignada.
Cuánto gastan entre los dos. En este apartado es necesario que hagan la cuenta de los gastos fijos que implica la vida juntos y si se tiene, en familia: casa (renta, limpieza, etc) comida, transporte, servicios, escuelas.
Cuánto deben destinar a sus planes. Abrir un negocio, viajar a Florencia, bailar salsa, comprar una casa, cada miembro de la pareja puede tener un sueño, advierte Morán. Deben sentarse a definir si se trata de cosas realistas y qué necesitan para alcanzarlas. El autor sugiere que los objetivos cumplan los siguientes requisitos: que sean específicos, medibles, relevantes, alcanzables y con un tiempo definido para conseguirlos.
Una vez que haya metas claras es necesario determinar un plan de acción y desglosar cuánto dinero mensual deben destinar a cada una. Cuando la pareja tenga claras las metas y esté de acuerdo en ellas será más fácil convencerse de recortar algunos gastos para tener más para los sueños.