26 de agosto de 2020
SinComillas
La población pasa ahora más tiempo en sus casas para evitar el contagio del COVID-19 y eso se refleja en el consumo de electricidad, que en el mes de julio alcanzó su nivel más alto desde 2016.
El consumo fue de 1,558 millones de kilovatio hora (kWh), un aumento de 5.3% cuando se compara con el mismo mes del año pasado, según datos del Instituto de Estadísticas. Es el segundo aumento consecutivo. El consumo había caído 14.4% en abril y 3.4% en mayo.
El consumo de electricidad sube impulsado por el sector residencial, que lleva tres meses creciendo a doble dígito. En junio registró un alza de 13.6%, hasta 694.8 kilovatios hora (kWh), un nivel récord.
El sector comercial experimentó un aumento de 1.3% respecto al año pasado, el primer aumento en cuatro meses. En el sector industrial el consumo disminuyó 5.4%, la quinta caída en lo que va del año.
La facturación de electricidad se había reducido 1.8% en 2019, hasta 16,077 millones de kilovatios hora (kWh). Fue la facturación más baja en los dos últimos años y la menor desde 1996 si no consideramos los datos de 2017. La facturación había caído 21.7% en el 2017, como consecuencia del huracán María, pero se recuperó con un aumento de 20.8% en el 2018.
Por otro lado, la producción de energía eléctrica aumentó 1.6% en julio, es el tercer aumento consecutivo. La producción había crecido 8.2% en el 2019, el segundo aumento consecutivo.