|
Richemont espera que el ingreso operativo en el primer semestre del año aumente entre 20 y 40% en comparación con los primeros seis meses del 2011. |
Hoy.com
Es difícil zafarse de la sed de champán y del anhelo de bolsos elegantes. Las compañías de productos de lujo parecen quedar inmunes a los fríos vientos que soplan a través de la economía global.
Richemont, el segundo grupo más grande de productos de lujo en el mundo según las ventas, el pasado lunes dijo que los ingresos habían aumentado por aproximadamente un cuarto en los cuatro meses hasta finales de julio y que espera que el ingreso operativo en el primer semestre del año aumente entre un 20 y 40% en comparación con los primeros seis meses del 2011.
Los márgenes operativos, la medida clave de la rentabilidad, son de un 23%. Y en la elección de artículos de joyería, tales como relojes Cartier, Richemont obtiene un ingreso de $330 por cada $1,000 que le gastan.
Richemont no es el único al que le va bien.
El mes pasado, el grupo francés LVMH, que vende carteras Louis Vuitton, perfumes Dior y Champán Dom Pérignon, reportó un 28% de incremento en el ingreso neto hasta 1.7 millardos de euros en el primer semestre del año.
Pero, si busca detrás de las cifras globales, el cuadro es considerablemente menos optimista. Los últimos números de Richemont pueden haber sido impresionantes, pero el crecimiento en las ventas se ha desacelerado desde principios de año.
Gran parte del impulso a los ingresos de las compañías de productos de lujo se debe al efecto de las fluctuaciones monetarias, antes que al aumento de más valores.
Las razones para la depresión no son difíciles de encontrar. Las compañías de bienes de lujo de todo el mundo por mucho tiempo han socavado sus esperanzas respecto al crecimiento estelar en los mercados emergentes, particularmente China y el resto de Asia. Y la demanda de consumo en China no es lo que era.
La semana pasada, Hugo Boss lamentó la renuencia de los compradores chinos para gastar. Burberry, el famoso ejemplo del sector más pequeño de productos de lujo, dijo que las ventas en los primeros tres meses del año crecieron a sólo un 11%, antes que un 30% reportado el año anterior, por motivo de la depresión en la economía china. Las compañías locales, tales como Chow Tai Fook, el minorista de joyería más grande del mundo por el valor en el mercado, están aún más pesimistas.
Si la demanda en Asia cae significativamente, las compañías de productos de lujo realmente comenzarán a afectarse. Europa, sumida en su crisis financiera de nunca acabar, no los rescatará. Ni siquiera lo hará Estados Unidos, donde la demanda es solo estable.
Los inversionistas no parecen haber tomado en cuenta las señales de advertencia. Las acciones en un conjunto de compañías de bienes de lujo, según fue medido por Bloomberg, han aumentado más de un 26% en lo que va del año, 10 puntos porcentuales más que las acciones globales.
Y las valoraciones todavía parecen tontas. Prada cotiza en 25 veces las ganancias pronosticadas, y Burberry en 19. Richemont y LVMH parecen un poco más conservadores valorados en 16 y 18 veces, respectivamente, pero estas no son valores que valgan para una depresión.
Es comprensible que los inversionistas busquen optimismo en un mercado de acciones generalmente pesimista. Pero incluso un par de zapatos Jimmy Choo trae una alegría sólo pasajera. El momento para comprar en la historia de los productos de lujo, claramente ha pasado.
La cifra
28%
Fue el aumento en el ingreso neto de las ventas de LVMH.
11%
Crecieron en los primeros tres meses del año las ventas de Burberry.