Cuatro años en la era de internet pueden ser una eternidad. Basta con mirar hacia atrás para comprobarlo: en 2008, por ejemplo, Facebook, actualmente con más de 900 millones de usuarios, contaba con 150 millones de “amigos”, según datos de NewsMedia Lab.
Del mismo modo, Twitter tenía unos 4.5 millones de seguidores, contra los 140 millones de hoy.
El mundo online se caracteriza por ser plástico, dúctil y, sobre todo, fluido, con una capacidad increíble de adaptación. Los cambios se suceden con rapidez y alcanzan a miles de millones de personas en distintos puntos del planeta.
A la flexibilidad del medio se suma la creciente facilidad con que las personas acceden a internet: ya no es necesario sentarse frente a una computadora para estar en línea. Con la explosión de dispositivos como tablets y smartphones, se puede estar online en cualquier momento o lugar.
El viaje en subte hasta la oficina es tan válido como el living de la casa para ponerse al día con esa serie que seguimos religiosamente, conocer el nuevo corte de nuestro artista favorito o leer las últimas páginas de la novela que nos mantuvo en vilo las últimas noches.
Internet y hábitos de usuarios se influencian de forma recíproca: los cambios en uno traen necesariamente cambios en el otro.
A la creciente disponibilidad del acceso a internet, junto con la aparición de distintos dispositivos desde los cuales estar online, como smartphones y tablets, se profundiza la inversión en internet y especialmente de internet móvil; consecuentemente, la mayor disponibilidad de internet crea cada vez más usuarios, a la vez que empuja el consumo de contenido online.
El futuro del entretenimiento es digital
Una de los desplazamientos más importantes a partir de la mayor penetración de internet es el que atraviesa la industria del entretenimiento. Libros, películas y música se fueron adaptando a las nuevas herramientas, pero debieron modificar profundamente sus estructuras y soportes en el camino.
En este sentido, el estudio Global Entertainment and Media Outlook 2012-2016 de la consultora PriceWaterhouse Cooper’s señala que se ha alcanzado “el fin de los comienzos digitales” en referencia a que el mundo digital ya superó la etapa de novedad y se convirtió en un elemento de la vida diaria.
Según datos de este trabajo, la inversión en el acceso a internet, tanto móvil como el tradicional, viene creciendo sostenidamente desde 2007, y se espera que lo siga haciendo en los cuatro próximos años. Se estima que para 2016, se invertirán alrededor de u$s493.000 millones en este sector.
La investigación asimismo remarca la explosión de la conectividad móvil favorecida por la variedad en la oferta de smartphones y la profunda penetración de estos dispositivos en los distintos mercados.
Las cifras confirman esta tendencia: en la Argentina, la cantidad de smartphones en uso creció 80% y alcanzó los 3.3 millones de dispositivos a fines de 2011.
Del mismo modo,en 2011, 40% del gasto global en acceso a internet correspondía a internet móvil y se espera que el número se duplique en los próximos cuatro años.
El rubro de entretenimiento no puede sino seguir estos pasos. Desde los últimos años, las industrias editorial, fílmica, musical han descansado fuertemente en las nuevas tecnologías e internet como fuente de divulgación y ventas.
Los ebooks se abren paso
En lo que al mercado de libros respecta, según las previsiones de PWC, la inversión total en la industria editorial en 2016, un 17.9% corresponderá a ebooks, una escalada pronunciada desde el 4.9% que representó en 2011. El mercado global totalizará casi u$s21.000 millones.
En los EEUU, por ejemplo, esta transición ya está en marcha: las cifras informadas por la Association of American Publishers (AAP) confirmaron que por primera vez, las ventas de libros digitales superaron a las de libros en papel de tapa dura.
En la Book Expo America, una de las ferias de libros más grandes del mundo se sintió el cambio inclusive en la disposición espacial de los stands. Mientras que años pasados eran grandes editoriales en papel las que ocupaban el centro de la escena, en la edición 2012 lo hicieron las editoriales de ebooks.
El desplazamiento físico constituye una metáfora para el deslizamiento que se da hacia dentro del rubro: "La gente se está dando cuenta de que las cosas se mueven hacia lo digital, y de que tienen que ajustarse a ello", señaló en este sentido Tom Humphrey, dueño de Kobo, una empresa de ebooks canadienses.
Así, se espera que el mercado de libros digitales en los EEUU se cuadruplique hasta 2016, alcanzando un total de 12.900 millones de dólares.
La tendencia también se vio en la Feria del Libro 2012 en la Argentina, donde se dispuso un área especial para los libros digitales, Espacio Digital, del que participaron varias empresas y sitios que ofrecen la descarga de libros digitales.
El lema de la feria, “Un futuro con libros”, cobra así una nueva relevancia: el futuro de los libros es digital.
Adiós a los CD
Una suerte similar corre la industria musical, en la que PWC prevé que los servicios de streaming impulsen el crecimiento de la distribución digital de contenido, empujado por el creciente alcance de la banda ancha.
Así, se espera que la inversión en formatos digitales de música sobrepase a los tradicionales y alcance el 55% del mercado en 2016.
La industria de música digital también tendrá ayuda de las redes sociales, que contribuirán a la distribución en términos de descargas: el "boca a boca" constituye también un fenómeno de la era digital.
Por el contrario, la música física seguirá la tendencia bajista que ya viene registrando desde hace algunos años, ya que, señala PWC, el mercado de discos y CD se compone en la actualidad casi exclusivamente por amantes de los soportes tradicionales.
Para los fanáticos de la música digital, la tienda digital de Apple, iTunes, llegó a Latinoamérica a fines de 2011, adelantándose a rivales como Google Play.
iTunes permite bajar álbumes y canciones, junto con películas y series. En su portal Latinoamérica, la tienda de Apple dedica una sección especial de artistas de la región.
Además, iTunes trajo a la Argentina iTunes Match, que permite guardar en la nube la música almacenada en la PC, para poder escucharla con mejor calidad de sonido en cualquier dispositivo de la marca.
Streaming, la nueva forma de disfrutar del cine y la tv
La industria del cine, por su parte, no será ajena al deslizamiento hacia el mundo digital.
El estudio de PWC prevé que para 2016, un 36% de los videos para ver en el hogar sean digitales. la cifra representa casi el doble respecto de 2011, cuando solo el 19% de los videos a ser consumidos en el hogar eran digitales.
Paralelamente, la inversión en formatos físicos caerá alrededor del 20% en los próximos cuatro años.
La industria crecerá en su variante digital, impulsada por servicios de streaming, como YouTube, y de video-on-demand. La disponibilidad de estas opciones a su vez favorecerá la accesibilidad a una creciente cantidad de contenidos. Este movimiento se enmarca en la variedad y cantidad de dispositivos que permiten reproducir películas o videos, como tablets, smartphones o televisiones conectadas a internet.
La tv se enfrenta a un panorama similar, ya que, según el estudio de PWC, el segmento seguirá su crecimiento, también en Latinoamérica.
La Argentina no es ajena a la tendencia. De acuerdo con datos de comScore, los argentinos consumieron un total de casi 1.5 millones de videos online en diciembre de 2011 y se ubicaron detrás de brasileños y mexicanos.
Los subtítulos automáticos que introdujo YouTube a mediados de este mes sin duda empujarán estas cifras hacia arriba, ya que se acortarán las distancias lingüísticas.
La consultora espera que las cifras de acceso a entretenimiento online crezcan conforme lo haga la disponibilidad de acceso a internet.
Por otro lado, el streaming de películas y series se consolida en la Argentina especialmente a partir del desembarco de Netflix en septiembre de 2011. Su catálogo de ofertas fue engrosándose paulatinamente, inclusive añadiendo secciones exclusivas para niños, de forma tal de poder ofrecer contenido para todos los paladares.
Sin embargo el informe señala a uno de los culpables de siempre en el freno del desarrollo del área: hacia 2016, la piratería aún constituirá un problema que la industria deberá resolver para continuar con su crecimiento.