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  Por el libro
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Actualidad.rt

Un estudio publicado por la prestigiosa revista especializada Heart ha encontrado vinculaciones entre el estado civil y las posibilidades de sufrir y superar una enfermedad cardiovascular. Para ello, sus autores revisaron 34 estudios en los que participaron más de dos millones de personas entre 1963 y 2015 en diversos países como Rusia, Dinamarca, España, EE.UU., Suecia, Reino Unido, Canadá, Israel, Japón, Finlandia, Grecia, Turquía, Noruega o China.

Los resultaron revelaron que estar soltero se asociaba a mayores probabilidades de enfermedad cardiovascular, enfermedad coronaria, muerte por enfermedad coronaria y muerte por apoplejía. Los divorciados tenían mayores probabilidades de enfermedad coronaria, mientras que los viudos eran más propensos a desarrollar un accidente cerebrovascular. Además, tanto hombres como mujeres en estado de soltería tuvieron mayores tasas de mortalidad ante los infartos de miocardio que los casados.

Aunque no se puede considerar concluyente la influencia del estado civil en la incidencia de enfermedades cardiovasculares, los hallazgos del estudio sugieren que el estado civil debería ser considerado en la evaluación de riesgos.

Los beneficios del matrimonio sobre la salud y la mortalidad prematura se han demostrado para ambos sexos, en diferentes grupos étnicos, y parecen ser independientes de las diversas características sociodemográficas. También se apunta a que el grado de 'protección' que ofrece el estar casado es mayor para los hombres.

Repercusión en la comunidad médica

En las redes sociales diversos profesionales sanitarios se han pronunciado tras conocer el estudio, como Raymond DuBois, decano de Medicina de la Universidad Médica de Carolina del Sur, que ha remarcado que "el estado civil puede hacer que los pacientes con enfermedades cardíacas mejoren". Mientras, la doctora Martha Gulati, jefa de Cardiología en la Universidad de Arizona, ha resaltado que "los pacientes cardíacos no casados enfrentan un mayor riesgo de muerte".

Por su parte, el estadístico epidemiológico Benjamin Cairns también se ha hecho eco del estudio recomendando su lectura.

Efecto protector

Los autores de la investigación sugieren que los individuos se benefician de la ayuda conyugal, ya que vivir con otra persona permite un reconocimiento y respuesta más temprana a los síntomas de advertencia que preceden a un infarto de miocardio. También apuntan a que los cónyuges, en especial las esposas, fomentan un estilo de vida más saludable y una mayor adherencia a los tratamientos. Asimismo, se afirma que hogares con dos ingresos hacen que los tratamientos médicos de calidad sean más accesibles para cada uno de los cónyuges.

Este estudio también introduce la posibilidad de una hipótesis según la cual las personas con mala salud son menos proclives a establecer o mantener una relación estable, lo que invertiría la causalidad de los hechos.